La Nación
Sin laxitudes 1 16 abril, 2024
EDITORIAL

Sin laxitudes

A lo largo de la semana, la noticia más comentada ha sido sin lugar a dudas la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, el máximo jefe del ‘Clan del Golfo’ y uno de los narcotraficantes más buscados a nivel nacional e internacional. Nadie puede desconocer que la Operación Osiris, que permitió la neutralización del hombre capaz de movilizar más de 160 toneladas de cocaína por año, “queda para la historia de nuestro país como la más importante que se haya adelantado contra el narcotráfico”, como lo dijo el presidente de la República Iván Duque.

Obviamente, la captura de ‘Otoniel’ envía un mensaje poderoso a los criminales del país: tarde o temprano deberán enfrentar el peso de la Justicia. Aunque ‘Otoniel’ logró construir no sólo un ejército para su protección personal y sus actividades ilícitas, sino un imperio de lujos y excesos, cayó en manos de las autoridades y ahora lo espera una cárcel en los Estados Unidos.

Algo debe quedar claro en Colombia tras la caída de ‘Otoniel’: frente a la criminalidad, no puede haber laxitudes.

Lo que debe venir ahora es una gran ofensiva de las autoridades contra los grupos armados organizados que socavan la tranquilidad en varias regiones del país. Nos estamos refiriendo a aparatos criminales capaces de perpetrar masacres, adelantar extorsiones, provocar desapariciones o desplazamientos forzados y reclutar menores de edad. En el Huila, los habitantes de regiones como Algeciras, La Plata y otros municipios atormentados por la presencia esporádica de disidentes de las Farc enviados por ‘El Paisa’ o ‘Gentil Duarte’ ya saben lo que es vivir bajo ese régimen del miedo.

Y en un contexto más local, la lucha de las autoridades debe intensificarse contra quienes con sus robos, atracos y microtráfico de estupefacientes intimidan cuadras y sectores enteros en Neiva, Pitalito y varios pueblos huilenses.