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Síntomas de Inmadurez Intestinal: Un reto para los nuevos padres 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Síntomas de Inmadurez Intestinal: Un reto para los nuevos padres

El nacimiento de nuestro bebé generalmente está asociado a sentimientos de alegría y gozo, sin embargo, desde el mismo momento en el que nuestro bebé está en nuestros brazos empiezan nuestros retos como padres. Hoy quiero hablarles de una de las consultas más frecuentes de los papás con bebés pequeños y son los síntomas de inmadurez intestinal, también conocidos como trastornos digestivos funcionales y comprenden un conjunto de alteraciones del sistema digestivo, recurrentes, que no se deben a una causa orgánica y sin embargo son síntomas molestos que interfieren con la calidad de vida del niño y de su familia.  Se puede decir que se deben a una situación fisiológica de la maduración del cerebro y del intestino determinada por la edad y se resolverán espontáneamente con el tiempo. Y a pesar de ser manifestaciones del proceso natural de maduración del eje intestino-cerebro, son síntomas que preocupan a los padres.

Dentro de estos trastornos digestivos funcionales encontramos el cólico del lactante, la disquecia intestinal y la regurgitación del lactante, entre otros.

Empecemos por el cólico del lactante, este se caracteriza por un llanto excesivo que generalmente cumple con 4 parámetros: paroxismo (repetitivo), llanto diferente al normal que suele ser más intenso y con tono más alto (los padres lo describen como llanto de dolor), hipertonía (generalmente manos cerradas, los bebes estiran brazos y piernas con el llanto) y el llanto es inconsolable (no se calma fácil y generalmente dura horas).

Otra manifestación frecuente de inmadurez del eje intestino cerebro es la disquecia intestinal que consiste en una dificultad para defecar que se da por incoordinación entre la llegada del bolo fecal al esfínter anal y la apertura de este para liberar las heces. En algunos casos los padres lo describen como episodios de estreñimiento, sin embargo, en la disquecia, las heces son de características normales para la edad, generalmente amarillas y aguadas y la dificultad es para expulsarlas. Las manifestaciones más frecuentes en la disquecia infantil son el llanto, gritos, esfuerzo y enrojecimiento facial por varios minutos al intentar defecar.

Por último, la regurgitación del lactante que corresponde a devolución involuntaria de contenido gástrico a la boca. Los padres pueden manifestar historia de dos o tres regurgitaciones diarias que no presentan náuseas, ni otras posturas anómalas.

El diagnostico de estos trastornos de inmadurez intestinal se debe basar en una buena historia clínica y un examen físico completo y dirigido, es decir que si tu bebé está presentando alguno de estos síntomas es muy importante que consultes con tu pediatra, pues para hacer el diagnóstico es fundamental que estemos ante bebés sanos que no tengan otros síntomas de alteración metabólica, gastrointestinal o del sistema nervioso central que expliquen los síntomas. Así mismo, en la consulta, tu pediatra estará atento a signos de alarma como poca ganancia de peso, deshidratación y/o anemia.

Dentro de los pilares del tratamiento de los síntomas de inmadurez intestinal está la educación de los padres. Los padres o cuidadores deben entender que se trata de un trastorno que a pesar de ser molesto para sus bebés y para ellos, no se trata de enfermedad y que el tiempo hará que los síntomas se resuelvan espontáneamente y lo más importante que no necesita de ninguna intervención ni procedimiento médico. En la mayoría de los casos con las siguientes recomendaciones los síntomas se verán aliviados.

Como siempre, la lactancia materna es beneficiosa y en el caso de los síntomas de inmadurez intestinal está asociada con alivio de los síntomas físicos y emocionales. Lo segundo en la lista de recomendaciones es el uso de probióticos ya que reducen la inflamación intestinal por medio de la modulación de los receptores Toll Like y los niveles proinflamatorios de las citoquinas. La preservación de la barrera de la mucosa, la función del epitelio intestinal y la reducción de la translocación bacteriana de la luz intestinal a los linfáticos mesentéricos. Los probióticos, especialmente los Lactobacillus reuteri también ayudan a disminuir la distención gástrica mejorando la motilidad intestinal. En tercer lugar, actividades que disminuyan la ansiedad y miedo de los padres ya que se ha encontrado un componente psicológico en la actitud de los padres frente a estos trastornos que pueden exacerbar la frecuencia e intensidad de los síntomas. Por último, el contacto físico entre cuidador-bebé es de gran beneficio pues mejora y estimula el vínculo, les da tranquilidad a los padres y además se estimula la parte sensorial del bebé con disminución del tiempo de presentación de los síntomas.

Así que, si ustedes mis queridos lectores están pasando por esta edad de inmadurez intestinal de sus bebés es importante que consulten con su pediatra y también que sepan que, así como otras situaciones desafiantes en el cuidado de nuestros hijos, con información veraz, un acompañamiento adecuado y mucho amor y paciencia van a poder transitarla de forma tranquila y consciente.