GABRIEL CALDERÓN MOLINA
En este mes de noviembre he viajado a dos de los lugares más importantes del turismo huilense. A San Agustín con motivo del Festival del Retorno y al Desierto de la Tatacoa a disfrutar de un almuerzo con mi familia. En ambos casos, mi memoria trajo a mi mente el Slogan: EL HUILA UN PARAISO POR DESCUBRIR, con el que el gobierno departamental, y particularmente la Secretaría de Cultura y Turismo, han querido promover el turismo como una alternativa de desarrollo regional y fuente de generación de empleo.
Llegar a estos lugares implica recorrer los trayectos: Pericongo, Pitalito – San Agustín y la vía a Villavieja. Los riesgos del primero son amenazantes y sin solución a vista. Los otros dos trayectos, su recorrido es desastroso. O sea que los tres se contraponen a los propósitos que busca el Slogan y a los de cualquier turista que desee descubrir el paraíso que éste ofrece. El pésimo estado a que llegado el pavimento el trayecto entre Pitalito y San Agustín desanima a cualquiera a recorrerlo y conocer los parques arqueológicos y las bellezas naturales de la región. En cuanto al trayecto a Villavieja, hacía tiempos no recorría una vía tan acabada, tan vergonzosamente llena de huecos que ponen en riesgo a toda clase de los vehículos y personas que se desplazan a esa población del norte. Otro visitante a la Tatacoa con quien dialogué, me dijo que todas las vías en el Huila eran un desastre sin que ninguna autoridad, nacional departamental y municipal se inmutara.
Lo cierto es que sistema vial del Huila es una vergüenza. No está a la altura de lo que se requiere para descubrir el paraíso que ofrece el Slogan. Menos aún, cuando la vía del Circuito Turístico sigue en manos de contratistas que le han incumplido al Huila, sin que nada pase. La realidad es que intención que originalmente tuvo el gobierno departamental de impulsar el turismo, se contradice con el estado de las vías, a pesar de los buenos deseos de la Secretaría de Cultura y Turismo, a cargo de mi paisana Diana Marcela Molina, una funcionaria luchadora por esta actividad a la que la Secretaría de Infraestructura y el gobierno nacional, parece que le dieron la espalda. ¿Será que esta situación se revertirá en el año que le queda al gobierno departamental y se abrirá la posibilidad de ofrecer el Huila como un paraíso por descubrir, como lo anuncia el Slogan?