Un día después de la avalancha en Campoalegre sus habitantes aún no pueden creer lo que pasó, de un momento a otro 80 familias quedaron sin casa y solo con lo que tenían puesto. Comerciantes, microempresarios y personas que se ganaban la vida con un carro de comidas rápidas hoy están literalmente en la calle.
El censo depurado arrojó 80 viviendas destruidas, 600 familias damnificadas y 1.500 personas afectadas. Por las calles de la Capital Arrocera del Huila solo se ve tristeza y desolación, los dueños de las casas con lágrimas en el rostro contemplan el crudo panorama pero todavía no se explican lo que pasó, el ruido de la avalancha que el pasado 22 de febrero les cambió la vida aún persiste en sus memorias.
Entretanto, los que no perdieron su casa se aferran a su fe y le dan gracias a Dios porque por lo menos quedaron las cuatro paredes llenas de barro. Las camas electrodomésticos y todos los enseres se perdieron, pero ellos siguen sacando lodo incansablemente para recuperar las viviendas que tendrán que ser valoradas para saber si toca demolerlas o no.
En Campoalegre hasta la chatarrería del pueblo quedó sepultada, 27 toneladas de chatarra quedaron bajo el barro. La procesadora de agua en bolsa también se la llevó la avalancha, los empleos que generaba se perdieron, hoy los empleados están sin trabajo, algunos perdieron la casa y no saben qué hacer.
Los microempresarios y comerciantes no son la excepción. Hasta los vendedores de comidas rápidas quedaron en la calle. “El barro acabó con todos los enseres de la casa y la avalancha se llevó los dos carros de vender arepas, hamburguesas y las dos motos de la casa. Quedamos de brazos cruzados”, se lamentó Luz Dary Bahamón, comerciante de Campoalegre.
“A mí se me perdió todo lo que tenía en el taller de costuras, las máquinas fileteadoras, telas hilos y todos los materiales, trabajos que estaban listos, ahora todo el taller es un barrizal”, dijo el microempresario Luis Gámez.
CAMPOALEGRE PIDE AYUDA
El alcalde de Campoalegre, Aldemar Gutiérrez, en su afán de ayudar a sus paisanos ha golpeado todas las puertas. Recolectas, teletón y hasta una cuenta de ahorros para que las personas ayuden a los campoalegrunos hacen parte de las medidas que ha tomado con tal de ver a los afectados salir de la situación en que los dejó la avalancha.
“Los municipios vecinos nos están apoyando con maquinaria y carrotanques porque no tenemos agua, estamos destapando las vías. Una de las propuestas para el director Nacional de Control del Riesgo, Carlos Iván Márquez, es que se realice un Conpes para Campoalegre, Algeciras y Rivera que son los tres municipios afectados”, aseguró el alcalde de Campoalegre, Aldemar Gutiérrez.
Los damnificados de la avalancha en Campoalegre que no tienen a donde ir están en el hogar de los ancianos. Allí reciben alimento y dormida. El número de la cuenta de ahorros para recibir donaciones para ayudar a los damnificados es 45972962329 de Bancolombia.
ALGECIRAS SIN PUENTES
En Algeciras entre el alcalde, Javier Rivera y los campesinos están tratando de abrir paso en ocho puentes vehiculares que se llevó la avalancha, para poder sacar los productos y que no se pierdan. Los cultivadores lloran al relatarle a LA NACIÓN la situación por la que están pasando luego que la avalancha de río Neiva les arrasó los cultivos.
“Me da coraje al ver cómo está mi comunidad, gente que está endeudada con los bancos y lo perdieron todo, el río se llevó los cultivos. No sé qué va a pasar con nosotros”, expresó el líder campesino de Quebradón Norte, Jaime Toledo, mientras se limpiaba las lágrimas que no pudo evitar mientras narraba la situación que está viviendo.
A Jaime y al concejal José Ignacio Moreno, por su tradición de líderes comunitarios, los abordan todos los afectados invocando ayuda; algunas familias perdieron hasta la remesa que habían hecho para la semana, otras como la de Karen Daniela Rojas no se les salvó ni la estufa, todos los enseres fueron arrastrados por la avalancha.
DOS AVALANCHAS
“En Algeciras en la avalancha del 21 de enero se afectaron 33 viviendas, de las cuales hay 22 a punto de caerse. El 90% de la malla vial terciaria sufrió derrumbes y taponamientos, 45 veredas resultaron afectadas y 213 casas se inundaron. No habíamos terminado de recuperarnos cuando de nuevo el 22 de febrero nos tocó una situación peor”, aseguró el alcalde de Algeciras, Javier Rivera.
“En la avalancha del martes 22 de febrero –continúo- se afectaron cinco casas, el 35% de la vías y unos dos kilómetros de la banca de la carretera Algeciras-Paraíso, ocho puentes vehiculares y tres peatonales. La avalancha también se llevó siete motos y tres carros; tres familias tuvieron que ser evacuadas en helicóptero”.
El optimismo del alcalde Rivera y las ganas de salir adelante de los algecireños, les da fuerzas para seguir luchando. Ayer mismo estaban buscando la forma de abrir paso y sacar sus productos.
“La Gobernación nos va a enviar maquinaria para ayudar en la labor que ya iniciamos de comunicar a las veredas. El Ejército nos ha colaborado mucho en la evacuación de personas y por ello no registramos pérdidas humanas”, agregó el alcalde.
La vía Paraíso – Algeciras fue la más afectada por la caída de los puentes.
Los campesinos de Algeciras no pueden ocultar las lágrimas al contar la situación por la que están pasando.
En Campoalegre los afectados sacan el barro de las casas para ver qué pueden salvar.
La magnitud de los daños en Campoalegre es de tal dimensión que todavía no se han podido cuantificar.
Los campoalegrunos invocan la ayuda de los colombianos para superar la situación que están viviendo.