Pese a la mortandad de peces, que pueden sobrepasar las 400 toneladas, la emergencia logró neutralizarse, asegurando el normal abastecimiento en el mercado interno. Pese a la mortandad de peces, que pueden sobrepasar las 400 toneladas, la emergencia logró neutralizarse, asegurando el normal abastecimiento en el mercado interno. Las condiciones climáticas evitaron que la emergencia pudiera extenderse. Las pérdidas preliminares ascienden a $1.200 millones. RICARDO AREIZA LA NACIÓN, Neiva La mortandad de peces, registrada en el embalse de Betania, logró neutralizarse por ahora, al mejorar las condiciones ambientales, evitando que el fenómeno pudiera extenderse, agravando la situación de los piscicultores y golpeando la economía regional. La rápida reacción de las autoridades ambientales y de los propios productores, logró contener posibles focos de contaminación en los cinco sitios críticos, localizados en la margen de Yaguará con un volumen de pérdidas que pueden sobrepasar las 400 toneladas de peces muertos. La piscícola Nueva York, reportó las principales pérdidas, aún sin cuantificar, así como otras cuatro empresas de pequeños productores. No obstante, el volumen alcanza apenas el 2,5% de la totalidad de la producción, prevista para la Semana Santa, plenamente garantizada. Las condiciones del embalse mejoraron, el volumen de lluvias incrementó el nivel de ingreso alcanzando caudales de 444 metros cúbicos por segundo, superior al promedio mensual (463.26 m3/seg.) lo que permitió manejar adecuadamente la emergencia, provocada hasta el momento por una baja de oxígeno, en lugares puntuales que causaron pérdidas estimadas inicialmente en 1.200 millones de pesos.
El embalse se encontraba ayer, según el reporte de Emgesa en 75,3 por ciento, generando por ahora estabilidad. El viento también amortiguó en parte la crisis que se registraba y aumentó los niveles de oxígeno, reduciendo los riesgos de mortalidad. “Cuando se presentó la mortandad los niveles bajaron a 1,5 partículas por millón de oxígeno que ocasionó el evento. Hoy estamos a un nivel de 3,5 partículas por millón de oxígeno que hace que la producción se normalice”, explicó John Alexánder Hernández, presidente del Capítulo Surcolombiano de Fedeacua. Disposición final Los planes de contingencia adelantados por cada uno de los empresarios permitió atender adecuadamente la emergencia, logrando evacuar la totalidad de los peces inertes, los cuales fueron sepultados en fosas, autorizadas por las autoridades ambientales. El director de la CAM, Rey Ariel Borbón, informó que durante la inspección ocular se constató los procedimientos para la disposición final del pescado. Tampoco se detectaron focos de contaminación por esta causa, según lo advirtió Carlos Useche, funcionario de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap). “La situación crítica ya pasó, pero se puede repetir porque es inherente al fenómeno climático”, afirmó. Las últimas toneladas que flotaron ayer comenzaron a ser evacuadas y sepultadas en fosas en predios. Hoy se hará la disposición final, procedentes de la empresa Nueva York. Razones de la alarma La mortandad generó alarma por los impactos que podría generar en la economía regional. El sector piscícola, identificado como apuesta productiva por su gran potencial exportador, es uno de los renglones más dinámicos y promisorios El Huila conserva el liderazgo en el país en producción de tilapia (Ver gráfico) participando con el 51%. Le siguen Meta (23%), Antioquia (8%), Cauca (2%), Santander (2%), Boyacá (2%), Córdoba (2%) y otros (10%). La dinámica de producción del Huila, según la Cadena Piscícola, ha mostrado un crecimiento promedio del 21,5% en los últimos ocho años. La industria pasó de producir 7.776 toneladas de tilapia en el 2003 a 31.619 toneladas en 2011, lo que representa el 66% del total de producción de tilapia nacional que alcanzó en el mismo año 47.400 toneladas. Las ventas originadas desde el Huila, según el mismo reporte de la Secretaría Técnica Piscícola, ascendieron en el mismo periodo a $132.799,8 millones. La mayor preocupación se generaba porque el embalse produce el mayor volumen de tilapia, destinada al consumo interno y al mercado internacional. Sector estratégico El crecimiento de la producción con el sistema de jaulas en el embalse, implementado desde 1980, alcanzó en el 2011 24.768 toneladas (78,3% del departamento), muy superior a lo obtenido en el sistema de estanques, que se mantiene relativamente estable con 6.890 toneladas (21,7%). Sin embargo, expertos consideraron que la producción es superior, no sólo porque la mayoría de los empresarios rebasaron las áreas autorizadas y doblaron la producción. La sola producción del embalse de Betania aporta el 52,2% de la tilapia en el mercado nacional. Al superarse la emergencia el abastecimiento interno quedó garantizado. Pero además, generó alarma por el impacto en términos de generación de divisas por exportaciones y generación de empleo. La industria pasó de generar 3.684 empleos en el 2005 a 11.383 empleos en el 2011, sólo en la producción de tilapia. En la producción de tilapia se maneja un factor de conversión de 0,3 empleos/tonelada de pescado producido, incluye empleos directos e indirectos desde la producción hasta la primera venta. Las exportaciones de filetes generaron divisas para el departamento por un valor aproximado de $24.141,6 millones de dólares (Ver gráfico) equivalentes a $47.427,9 millones de pesos y que representan el 35,7% del valor total de la producción y el 33,2% (10.258 toneladas de biomasa) del volumen total de tilapia. Por fortuna, la emergencia logró contenerse, aunque persiste la superproducción por proyecto que sobrepasa la capacidad de carga, estimada en el 2003 por Hidrósfera en 22.000 toneladas, así como el rápido crecimiento de proyectos en la represa. Sin embargo, de persistir las causas, la emergencia podrá repetirse. ‘El peligro ya pasó’ Pese a las pérdidas registradas por la falta de oxígeno, los piscicultores, volvieron a respirar de alivio, al contenerse la emergencia en el embalse. El presidente del Capítulo Surcolombiano de la Federación Colombiana de Acuicultura (Fedeacua), John Alexánder Hernández, confirmó que los cambios en las condiciones ambientales lograron neutralizar el riesgo de una nueva mortandad, claramente localizada y controlada. -¿Cuál es el panorama en el embalse? El panorama es de normalidad. Afortunadamente lo que se presentó el fin de semana fue un pequeño foco que se controló a tiempo. Una baja de oxígeno, la cual, con el aumento del caudal de entrada del río Magdalena y con los cambios en la fuente de sol y de aireación ha hecho que el embalse mejore las condiciones que se tuvieron en ese momento. Hoy podemos dar un parte de tranquilidad a nivel de la producción en el embalse de Betania. El peligro ya pasó. -Por que mejoraron Los niveles de oxígeno que fueron factor predominante en el momento de la mortandad han mejorado. Hoy estamos a un nivel de 3,5 partículas por millón de oxígeno que hace que la producción se normalice y podamos alimentar y seguir el proceso normalmente. Cuando se presentó la mortandad los niveles bajaron a 1,5 partículas por millón que ocasionó el evento, que afortunadamente no se registró una afectación ambiental que pueda generar un foco de contaminación que pueda alterar el ecosistema del embalse. Eso está soportado en el acompañamiento que nos está haciendo el Centro de Investigación Acuapez, la CAM y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca. – ¿La falta de oxígeno, la principal causa? Estamos investigando. Lo primero que determinamos fue la baja de oxígeno pero los análisis que estamos verificando es que al parecer está descartado cualquier factor externo. El análisis lo está haciendo el Centro de Investigación Piscícola con el apoyo de las universidades locales. – ¿Cuál es el reporte de pérdidas? Estamos manejando internamente unos niveles entre 80 y 150 toneladas de pescado. Este miércoles esperamos tener un registro más preciso porque la afectación que se presentó el domingo y amanecer del lunes, todavía no la hemos podido cuantificar porque ese animal, más o menos a las 24 o 48 horas flota. La cifra se aumentó un poco con los reportes de la empresa Nueva York, pero la información no está totalizada. En plata, las pérdidas podrían ascender inicialmente a 1.200 millones de pesos. -¿Hay tendencia a estabilizarse o puede aumentar? No, los registros internos de las empresas piscícolas y lo que se ha reportado a la fecha, creo que no sobrepasan las 150 toneladas pérdidas, que eso es una mínima proporción. Hoy podemos estar hablando que la afectación por esas fallas del fin de semana no alcanzan apenas el 2,5 por ciento de la capacidad que actualmente tiene el embalse para atender la demanda de Semana Santa. -¿Cuál es el nivel de producción? Podemos asegurar que tenemos un volumen total de producción de unas siete mil toneladas que están flotando para atender el mercado de esta temporada. -¿Qué pasa con la superproducción? Esa es una información que no se puede todavía soportar. A nivel de los agremiados les hemos dicho que jalemos a la autorregulación, asumamos la responsabilidad y las licencias que a cada uno nos entregan para que no dañemos el ecosistema y podamos continuar con la producción de filetes y del pescado como tal. -¿Está asegurado el abastecimiento durante Semana Santa? Totalmente garantizado, tengan la seguridad que el pescado que sale de Betania es un pescado fresco, de muy buena calidad y seguimos siendo el principal centro de producción especialmente de mojarra roja. -¿Cómo se atiende el mercado? Con este producto tenemos que atender el mercado local y nacional y el mercado internacional, especialmente con los Estados Unidos Hoy podemos estar hablando por ser la mejor temporada de Semana Santa del 70 por ciento para el consumo nacional y un 30 por ciento para exportación.