La Nación
¿Terminarán el estadio de Neiva? 1 24 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

¿Terminarán el estadio de Neiva?

Con una inversión de 1.119 millones de pesos, la administración municipal le apuesta a recuperar por lo menos la tribuna occidental. El reto, reconstruir la zona impactada, realizar el reforzamiento estructural y terminar, entre otros los camerinos. Mañana mesa de trabajo con la Contraloría General de la República.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

 

Sin un rumbo claro sobre el futuro del estadio de Neiva ‘Guillermo Plazas Alcid’, la administración municipal puso en marcha un proyecto de recuperación de la tribunal occidental.

Con una hoja de ruta para evitar una nueva emergencia la Alcaldía de Neiva, contrató la primera intervención desde el desplome parcial de la estructura ocurrida el 19 de agosto de 2016.

Sin pretender la remodelación total del estadio como estaba inicialmente previsto, el alcalde Gorki Muñoz,  proyecta, por lo menos terminar la tribuna occidental y ponerla en uso. Implicará demoler la zona impactada, realizar reforzamiento estructural, nuevo estudio de vulnerabilidad y reconstrucción de camerinos.

“Pero primero, tendrá que desmontar la estructura metálica en alto riesgo, la demolición de la rampa de acceso, la zona impactada por el colapso y la repotenciación de la estructura”, confirmó el secretario de Deportes, Jesús Fernando Tejada.

Las obras las ejecutará el consorcio Occidental A&2D representado por Delfida Milena Hernández Comas. El desmonte costará alrededor de 799,95 millones de pesos

La interventoría la realizará el consorcio Cubiertas, representado por Alberto Valderrama, 319 millones

Los contratos tienen un costo de 1.119 millones de pesos con un plazo de cuatro meses.

La iniciativa arrancó el lunes pasado y deberá culminarse a finales de noviembre próximo.

El contrato coincidirá con una nueva mesa de trabajo que realizará la Contraloría General de la República este lunes para examinar los avances para la terminación de la obra.

“Con esta reunión, que congregará desde las once de la mañana a las entidades del orden territorial y nacional y a la ciudadanía, se busca conocer el estado actual de la obra y los planes que se tienen para mediano y largo plazo”, confirmaron voceros del organismo de control.

 

Detonante

Adicionalmente a las fallas constructivas y deficiencias encontradas en la ejecución del contrato,  la parálisis de la obra con el trascurrir el tiempo incrementó su vulnerabilidad estructural y actualmente es un nuevo detonante.

La obra, paralizada desde hace cinco años, está expuesta a variables climáticas adversas y a una alta amenaza sísmica.

“Estos dos hechos pueden ser un desencadenante probable para el colapso de sus estructuras con dificultad de establecer la extensión de posibles daños al generarse o desencadenarse un nueva emergencia”, precisó el director de gestión del Riego, Armando Cabrera Rivera.

“Clasificada la construcción en riesgo estructural, con implicación grave de riesgo de colapso, donde de no tomarse medidas a tiempo seguramente ocasionara eventos lamentables, emergencias y serios daños, deducidos de los serios daños en la edificación, deficiencias en la construcción, notables daños en progreso vulneran la seguridad y compromete los principios de responsabilidad y del interés público”, precisó el arquitecto César Augusto Reyes.

El funcionario reclamó con urgencia las acciones inmediatas para conjurar el riesgo a que están expuesta las personas y comunidad en general que está relacionada con el escenario deportivo.

 

Primera fase

En esta primera fase para recuperar la fallida remodelación de la tribuna occidental, debe desmontarse totalmente la cubierta conformada por diez cerchas de 30.75 metros de longitud. El estado actual de las conexiones hechas con soldadura genera un alto nivel de incertidumbre que compromete la resistencia, durabilidad y seguridad de la estructura. Pero primero tienen que demolerse los muros y losa de la rampa de acceso a la tribuna occidental, ya que presenta desplazamientos y un alto grado de agrietamiento.

El sistema de concreto reforzado que conforma la rampa presenta pérdida de resistencia y durabilidad a causa a la patología realizada por los consultores de la Universidad Nacional que apoya la medida.

Además, intervenir el sistema estructural de la zona impactada por el colapso. Debe demolerse la viga que falló y todos los elementos que aportan carga, la construcción de dos columnas adicionales y la reconstrucción de la viga que cedió y la loza del entrepiso. Igualmente el reforzamiento de algunos elementos que registran agrietamientos.

 

En estado crítico

El estado actual del sistema estructural en la zona del siniestro, según el mismo estudio de la Universidad Nacional, presenta una condición crítica. Entre otras razones, por la existencia de elementos estructurales que fallaron, presentando un alto grado de agrietamiento, lo que disminuye la resistencia nominal de los elementos.

La situación, reportada hace dos años, fue corroborada por funcionarios de la Secretaría de Gestión del Riesgo de la Alcaldía, constatando que la vulnerabilidad se incrementó por el abandono.

Las cerchas no se encuentra apoyadas totalmente sobre el pedestal de concreto y los perfiles no se encuentran soldados completamente a la placa base. Los consultores confirmaron que no se construyeron las conexiones de acuerdo con lo presentado en los planos de diseño.

Esta situación, según el estudio de la Universidad Nacional,  genera una excentricidad en la conexión, no prevista en el diseño, lo cual no garantiza una transferencia total de cargas. Adicionalmente, en algunos casos, las conexiones se diseñaron con 12 pernos pero solo se instalaron  con 6 pernos, lo que reduce considerablemente la seguridad de la estructura.

La situación encontrada fue evaluada como inadecuada e insegura debido a las deficiencias en su proceso constructivo.

“Las caras superiores de los pedestales tienen un alto grado de irregularidad, esto es consecuencia de un proceso constructivo deficiente, es decir, a causa de irregularidades en la fundición y mala terminación. Los pedestales construidos no cumplen con el espesor del recubrimiento mínimo”, precisó el documento.

En algunos casos, el refuerzo está a la vista y se encuentra en contacto con la placa base de acero, la situación es constructivamente deficiente y no es posible aceptarla en las condiciones actuales, debido a que los elementos que conforman el apoyo presentan unas condiciones que comprometen durabilidad y resistencia.

Lo descrito, según el estudio, presenta una condición que compromete la resistencia propia del anclaje, situación que desde el punto de vista de seguridad y riesgo requería una intervención.

 

La rampa

También debe demolerse la rampa de acceso vehicular, ubicada en el costado occidental de la cubierta, en la zona ubicada entre la carrera 16 y la tribuna occidental.

La rampa está conformada por un sistema de muros y losa en concreto reforzado en alto riesgo. Por las fallas constructivas la rampa presenta desplazamientos excesivos, alto grado de agrietamientos y focos de corrosión.

Por esta razón, se encuentra comprometida la durabilidad y resistencia de toda la estructura.

Adicionalmente, según los expertos, no hay una concordancia de la estructura de concreto y la estructura metálica, lo que ocasionaría comportamientos desiguales en caso de un movimiento sísmico.

“En caso de un temblor, las tres estructuras de la tribuna occidental tendrán desplazamientos diferentes y comportamientos independientes, de manera que las solicitaciones transmitidas a la cubierta pueden generar daños a riostras y correas las cuales disiparan los esfuerzos transmitidos”, precisa el documento de la Universidad Nacional entregado en agosto de 2019.

 

Escenarios

El estudio técnico de alternativas, presentado por la Universidad Nacional, en el 2019, contempla tres escenarios posibles. El primero, demolición total y la reconstrucción de la tribuna occidental. Costaría 40 mil millones de pesos. Descartada.

La demolición implicaría la pérdida de la inversión ejecutada, lo cual confirmaría el detrimento patrimonial, calculado por la Contraloría General de la República en 17.518 millones de pesos.

El segundo escenario contempla la reparación de la parte afectada por el colapso, la realización de un nuevo estudio de vulnerabilidad, ejecutar el reforzamiento estructural que no se hizo y la recuperación de la zona uno, incluyendo los camerinos principales, las obras exteriores de urbanismo, los acabados generales de los últimos niveles y la reconstrucción de las rampas. El costo aproximado, ascendería a 35 mil millones de pesos.

El tercer escenario, contempla un ajuste en los diseños, la supresión de algunas obras contempladas y el reforzamiento estructural. Esta alternativa, la más económica, costaría alrededor de 20 mil millones de pesos.

 

La prioridad

La reparación de la parte afectada por el colapso, la realización de un nuevo estudio de vulnerabilidad, ejecutar el reforzamiento estructural y la recuperación de la zona uno, incluyendo los camerinos principales, los acabados generales y la reconstrucción de las rampas.

Para poner el funcionamiento la tribuna occidental la administración municipal cuenta en planta blanca con unos 20 mil millones de pesos, incluyendo 10 mil millones que aportaría el Ministerio del Deporte.

El resto, 9.699 millones de pesos,  corresponde a las multas pagadas por la caducidad del contrato (5.775  millones de pesos) consignados en diciembre de 2018  y un saldo sin ejecutar de 3.924 millones de pesos. No incluye los intereses causados.

Adicionalmente, el Ministerio del Deporte ha garantizado que aportará otros diez mil millones de pesos. El compromiso ha sido ratificado en varias oportunidades.

“Estos recursos están confirmados. El jueves estuve en el Ministerio del Deporte y me ratificaron ese apoyo. Ellos conocen todo lo que estamos realizando”, explicó el secretario de Deportes, Jesús Fernando Tejada.