Uno de los temas importantes del gobierno Petro es el compromiso con el medio ambiente y la exigente agenda sobre transición energética. No hay duda, por no haber hecho lo suficiente sobre el cambio climático, hoy sufrimos las consecuencias, sin estacionalidad, fenómeno del niño con sequias prolongadas, plagas, enfermedades; como épocas impredecibles de mayores precipitaciones, ola invernal, emergencias al lado del fenómeno de la niña.
En la agenda pública de Petro está la defensa del medio ambiente, loable labor, para evitar la deforestación de la amazonia, el pulmón del mundo, con guardabosques donde nadie desforeste ni afecte siquiera un árbol para coca o ganadería; con genética y tecnología hay que producir lo mismo o más con menos área de la que hay en ganadería. Aporte grande a la humanidad, acompañado de un plan de transición energética que debe ser gradual y de largo aliento, mientras generamos energías limpias y encontramos una renta que compense lo que hoy genera el petróleo y gas.
La vocería en cabeza de MinMinas no ha sido afortunada, incluso se le asigna responsabilidad en la devaluación del peso y espiral alcista del dólar, pero esta semana escuchamos a la funcionaria con posiciones más claras, tranquilizadoras frente a la minería y el petróleo “tenemos absoluto compromiso con la mejor gestión en esos contratos que hoy tenemos…una mejor gestión puede proyectar mayor productividad, nos dará tiempo y recursos para la transición energética gradual, segura, responsable y beneficio de todos”. Da entender poder reactivar los contratos suspendidos, agrega “las bases de la transición garantizaría confiablidad y estabilidad en el sistema energético, asegurando que las fuentes de empleos que este sector ha brindado no se vayan abajo. “La transición debe permitir que antes de agotar éstos recursos naturales, ir construyendo otras economías”. Estas afirmaciones son buenas pero falta, tiene que ir más adelante, incluso autorizar nuevos contratos si es necesario. Aquí está en juego la economía, requerida para financiar ambiciosos programas sociales, reducir el déficit fiscal, recuperar el estatus de grado de inversión, como financiar energías limpias para la transición.
Esta misma semana el presidente del congreso Roy Barreras, afirma: “no se puede cerrar la llave del petróleo mañana como lo ha propuesto la Ministra de Minas… Colombia debe dedicarse a extraer masivamente petróleo, venderlo a buenos precios y reactivar la economía”.
Debemos recoger la posición coherente de la Ministra, superar sus prejuicios, y morigerar un poco la del Presidente del Senado, donde podamos hablar de una transición energética responsable, gradual y de largo plazo.
En horabuena hay un liderazgo presidencial en defensa del medio ambiente el cual, debe implicar llamar la atención a los grandes contaminadores (China, Estados Unidos, India y Rusia), para que también se comprometan con la transición.