Tres familias neivanas lo perdieron todo luego de que sus humildes casas ardieran entre las llamas provocadas al parecer por un corto circuito, al interior de una de las habitaciones.
El incendio se registró a las 7:15 de la mañana de ayer, en la Carrera Séptima con Calle 25, en un lote invadido en el barrio José Eustacio Rivera, donde se encontraba una joven mujer identificada como María Alejandra Bedoya junto con su pequeño bebé de dos meses de nacido y su hijo de 3 años. El espeso humo y el sofocante calor los obligó a salir de su improvisada vivienda construida con madera y tejas de zinc.
Al parecer un corto circuito en una habitación de una vivienda que se encontraba sola generó el incendio, que se fue alimentando con el pasar de los minutos hasta alcanzar la residencia continua, donde aún permanecía dormida Bedoya junto con los menores.
“Yo iba para la tienda y vi que del ranchito de madera salía mucho humo, entonces un señor que iba pasando por la parte de arriba en el puente comenzó a gritar que era una incendio, salió y se fue a darle aviso a los bomberos, mientras que con los vecinos comenzamos a golpear en las casas para que la gente se saliera”, narró Nancy Pérez, residente del sector.
La joven progenitora sofocada por el humo tomó en brazos a sus pequeños hijos, mientras luchaba entre las llamas para salir de la vivienda.
“La persona herida es una señora y ella en estos momentos no puede ser llevada inmediatamente al centro de salud, porque tiene un bebé de brazos y no tiene quién lo cuide, entonces estamos mirando la posibilidad de que la Policía de Infancia y Adolescencia le briden el acompañamiento y así pueda ser valorada por los médicos”, señaló el sargento Carlos Alberto Polanco Mejía.
El Cuerpo de Bomberos de Neiva acudió hasta el lugar para tratar de controlar las llamas que ardían sobre las dos viviendas y amenazaban con llegar hasta una tercera casa, por lo cual sus residentes fueron evacuados.
“Se controló la situación para que no se extendiera a las demás viviendas aledañas, pero lamentablemente hubo pérdida total de los elementos que se encontraban dentro de la casa, gracias a Dios no se presentaron víctimas mortales. Sin embargo, hay una persona que tiene quemaduras de segundo grado, según nos han indicado los paramédicos, va a ser atendida para remitirla al centro de atención hospitalario”, indicó el sargento Polanco.
Momentos de angustia y resignación se vivieron a la llegada de la señora Sirley Garzón, propietaria de una de las casas afectadas, quien sólo pudo observar cómo el fuego consumía sus pertenencias y las de sus dos hijas menores de edad.
“Yo estaba en mi trabajo, allá llegó una vecina y me dijo que se me estaba quemando la casa, yo salí desesperada, ya cuando llegué todo estaba incendiado, yo vivo con mis dos hijas, una de 9 años y otra de 18 años”, indicó Garzón.
La mujer, quien tuvo que aguardar por cerca de 40 minutos hasta que la conflagración fuera controlada, logró con ayuda de uno de los bomberos buscar en medio de latas y madera una pequeña alcancía metálica en la cual guardaba sus escasos ahorros, que para fortuna de ella se salvaron.
“Lo perdí todo, mis cositas, la ropa de las niñas, el portátil que con tanto esfuerzo les compré para el colegio, lo único que pude salvar fue una blusita de una de mis hijas y la alcancía que tenía lo poquito que puedo ahorrar de lo que me gano diario trabajando en un restaurante”, manifestó Sirley Garzón.
Otra de las afectadas fue la señora Amanda López, quien al igual que Sirley y María Alejandra perdió todos sus enseres.
“Yo tengo a cargo cinco niños menores de edad y a mi papá, que ya es un señor de edad, no sé qué vamos hacer hoy, porque tendremos que dormir en la calle, esperamos que la Alcaldía nos colabore”, indicó la acongojada mujer.
El Cuerpo de Bomberos de Neiva acudió al incendio para controlarlo.
El incendio acabó con tres humildes viviendas.
Por cerca de 40 minutos los bomberos controlaron las llamas.
Sirley Garzón, afectada.
Amanda López, afectada.