Aunque el ex candidato Óscar Iván Zuluaga pidió pista para ser precandidato del Centro Democrático, el jefe natural del partido prefirió jugársela con los cinco aspirantes inscritos.
Entre los congresistas Iván Duque, María del Rosario Guerra, Paloma Valencia, el exministro Carlos Holmes Trujillo y el ex viceministro Rafael Nieto, saldrá el candidato presidencial del Centro Democrático. Así lo informó el expresidente y también senador Álvaro Uribe Vélez que en la noche de este viernes dio por cerrada la inscripción de aspirantes a la presidencia por su partido.
Estos cinco precandidatos se habían puesto de acuerdo en el mecanismo de selección, a través de una serie de encuestas que comenzarán a practicarse la próxima semana. Luego de este acuerdo quedó abierta la posibilidad para que el exgobernador Luis Alfredo Ramos y el excandidato presidencial en 2014, Óscar Iván Zuluaga, pudieran sumarse al abanico de aspirantes.
A tal punto que dese la tarde del viernes se vivió mucho revuelo en la sede del Centro Democrático, en el sector de Chapinero, en el norte de Bogotá. Óscar Iván Zuluaga compareció con una carta en la que le pedía al jefe natural del partido participar como precandidato. Entre otras alentado por varios congresistas del uribismo que venían promoviendo la participación de Zuluaga.
Trascendió que, en una cumbre de más de cuatro horas, el propio Uribe fue el que le recomendó a Zuluaga no participar de la contienda electoral, entre otras por las riesgos jurídicos que pudiera tener una eventual candidatura del exministro caldense, a quien el fiscal advirtió que tenía pruebas del ingreso de dinerosa de Odebrecht a la campaña presidencial.
El pasado mes de octubre, Zuluaga pareció quitarse la cruz que cargaba a cuestas desde principios de año, cuando el publicista Eduardo Duda Mendonca aseguró a la prensa brasileña que había trabajado para la campaña de Zuluaga y que Odebrecht había pagado parte de sus honorarios.
Por esta razón la campaña de Zuluaga fue investigada por el Consejo Nacional Electoral por presunta violación de la Constitución, en el artículo que prohíbe el ingreso de recursos del extranjero a campañas políticas.
Durante siete meses se adelantó la investigación de carácter administrativo, y el CNE no encontró la prueba reina para demostrar el ingreso de esos recursos a la campaña uribista. Al cerrar la investigación parecía que Zuluaga quedaba con el camino despejado para volver a ser el candidato de Uribe, pero las declaraciones del fiscal Néstor Humberto Martínez aterrizaron su aspiración.
Entre otras porque el más reacio a su candidatura fue el propio Álvaro Uribe, por temor a que alguna decisión judicial se produjera en plena campaña y dejara fuera de contienda al uribismo.
Este viernes, en un escueto comunicado, Uribe aseguró que “la política se hace ingrata cuando obliga a decisiones que afectan intereses legítimos de compatriotas a quienes se quiere y se respeta”.
Se refería en concreto a Luis Alfredo Ramos y Óscar Iván Zuluaga a quienes calificó de “víctimas de trampas criminales que esperamos puedan ser superadas”. Pero que el apremiante calendario electoral lo obligaba a no postergar más las decisiones, es decir, no podía esperar la absolución de la Corte Suprema de Justicia en favor de Ramos, ni podía arriesgarse hasta que Zuluaga quedara exonerado de toda responsabilidad. En consecuencia, las figuras de mayor impacto electoral del uribismo quedaron fuera de carrera.