La Nación
Un Dios que es tres, sin dejar de ser uno solo 1 29 marzo, 2024
ACTUALIDAD

Un Dios que es tres, sin dejar de ser uno solo

Hoy celebramos lo más revolucionario en la historia de las religiones, pues ninguna se ha atrevido a tanta grandeza: un Dios que es tres, sin dejar de ser uno.

 

Padre Elcías Trujillo Núñez

 

 «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Hijo único de Dios».». (Juan 3,16-18) 

 

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, la Santísima Trinidad. Hay religiones politeístas, monoteístas, pero eso de que se pueda ser monoteísta, creencia en sólo y único Dios, y a la vez casi se roce el politeísmo con eso de que son tres personas, no era tan fácil de asimilar. Este misterio ha hecho correr ríos de tinta en la historia de la Iglesia y en las diferentes disputas teológicas que han hecho que esos ríos se hayan convertido muchas veces en disputas de sangre.

 

Y es que se nos olvidaba lo más importante: que la Trinidad no es ni un problema teológico ni un problema matemático, sino un Misterio de fe, es decir, algo que nos desborda racionalmente y que sólo se comprende desde la fe, que no podemos abarcarlo en su totalidad. Un Misterio revelado por Cristo como Buena Noticia: la de que Dios en lo más profundo de su Ser es comunidad, es trinidad, es hogar, es familia de amor, de donación, de entrega.

 

Y qué consecuencias tan grandes saber que los seres humanos somos imagen de ese Dios Trinidad, no sólo de un Dios Creador e Inteligente. Es decir que, en lo más profundo de su ser, también los seres humanos estamos habitados por el Amor y llamados al Amor. O sea que, sólo nos realizamos en plenitud cuando vivimos el misterio de este amor. En el contexto religioso de esta fiesta dela santísima Trinidad, este tiempo de pandemia del coronavirus, nos invita a vivir este amor divino con las consecuencias importantes: la solidaridad, la fraternidad, la igualdad en la diferencia, la comunión, la paz, la confianza. Qué fantástico sería el mundo si fuera reflejo de la Trinidad y más en estos tiempos de tensiones, tiempos de convivencia multicultural y plurireligiosa.

 

La Trinidad nos enseña que es posible la diferencia (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y la comunión (Un solo Dios), es algo tan sencillo: que Dios es Amor, que el ser humano está llamado a vivir ese Amor y que la familia, la Iglesia y la sociedad, si quieren ser reflejo de esa Trinidad, debe vivir en el Amor. Tremendo compromiso al que estamos llamados hoy los que nos llamamos cristianos: ser reflejos del Amor trinitario de Dios, trabajar por la dignidad de todo ser humano, ser impulsores y promotores de solidaridad y constructores de un mundo más justo y fraterno. De nada vale decir que soy cristiano y no acepto esta propuesta del Trinidad.

 

Dejémonos de intentar comprender racionalmente a Dios. Dios es siempre más. Para comprender a Dios hay que sumergirse experiencialmente, no intentando abarcarlo a Él, sino dejándonos moldear y configurar por su Amor. Durante siglos la Iglesia ya intentado explicar a Dios, muchas veces opacándolo con sus rígidas estructuras que en nada reflejaban la esencia del Dios Trinitario. Una Iglesia trinitaria debe ser ante todo una Iglesia comunitaria y de comunión, donde no haya manipulación que asfixie toda la riqueza que el Dios-Amor de Jesucristo suscita en toda la humanidad.

 

Nota: Le invitamos a seguir las celebraciones eucarísticas cada domingo, a través de Facebook live Citynet Timaná, por la emisora La Fiera FM radio y la Televisión local Ategaitana.