Como un paso trascendental en la lucha nacional contra la pandemia debe interpretarse la decisión que anunció ayer el presidente de la República, Iván Duque, sobre el desescalamiento de las medidas no farmacológicas y la derogación de la solicitud del carné de vacunación para actividades masivas y de ocio.
El paquete de medidas incluye la eliminación a partir del próximo primero de mayo del uso del tapabocas en todos los municipios que hayan alcanzado el 70 % de segundas dosis y el 40 % en dosis de refuerzo. Sin embargo, es importante advertir que el tapabocas se mantiene en salones de clase, oficinas, iglesias, transporte público, establecimientos de comercio y lugares sin ventilación directa.
Frente a la exigencia del carné, el jefe de Estado anunció la derogación del Decreto 1615 de 2021, que determinaba la exigencia del carné de vacunación en actividades de ocio y espectáculos públicos y privados masivos. En ese sentido, ya no se pedirá el carné para ingresar a bares, gastrobares, discotecas, eventos deportivos, cines, bibliotecas, museos, ferias, conciertos, casinos, bingos y parques temáticos, entre otros. En cuanto a los viajeros que visiten el país y que sean mayores de 18 años, la recomendación es que lleguen a Colombia con esquemas completos de vacunación de doble dosis o de una dosis en el caso de Janssen.
Estas nuevas medidas respecto a la pandemia son el resultado de la lucha colectiva contra el coronavirus, enfermedad que llegó al país a principios del año 2020. Cuando muchos alcanzaron a apostarle al fracaso de la vacunación –e incluso surgieron voces que advertían de que las vacunas iban a llegar en el 2023–, el fin del tapabocas en los espacios cerrados representa un gran esfuerzo como país frente a un mal que nos impactó en todos los niveles.