La Nación
Un grito colectivo que clama justicia 1 18 abril, 2024
NEIVA

Un grito colectivo que clama justicia

Decenas de personas exigieron ayer justicia por el feminicidio de Yudi Fernanda Pérez Uribe quien falleció después de recibir golpes y abusos por parte de su compañero sentimental. Su progenitora narró cómo fueron sus últimos días.

 

Carolina Argüello Cruz

comunidad@lanacion.com.co

 

“En el momento en que pudo medio abrir sus ojitos, a ella se le vio un gesto de tristeza y de dolor porque sabía por lo que estaba pasando y lo que estaba viviendo”, así narra Yudi Uribe los últimos días de vida de su hija, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Neiva, quien falleció 11 días después de ser rescatada de las garras de un hombre que la mantuvo secuestrada, sin comida y sin agua, y durante 36 horas golpeándola en todo su cuerpo.

Yudi Fernanda Pérez Uribe, era una joven de 19 años que apenas comenzaba a vivir, sin embargo, sus sueños y el profundo amor por su mamá se truncaron debido a los vejámenes que recibió por parte de su compañero sentimental, un hombre de su misma edad con quien llevaba 2 años de relación.

“Yo en la UCI siempre le dije que la quería, que la amaba, que como siempre estaba ahí con ella y que no la iba a dejar sola. Le dije que si quería volver a vivir conmigo, y me dijo que sí. Desgraciadamente ya no está para que vuelva a ser feliz y a hacer las cosas que le faltaron por realizar”, continúa Yudi, al tiempo que se escuchan arengas de diferentes mujeres que gritan a una sola voz exigiendo justicia por este feminicidio.

Ayer decenas de personas se reunieron en el Palacio de Justicia de Neiva, en medio de una movilización y lanzando gritos de repudio y rechazo llegaron hasta la URI de la Fiscalía, donde permanece recluido Mario Alberto Trujillo Bernal, el verdugo de esta historia.

Hoy pese a que no puede recuperar a su hija, Yudi y los demás familiares le piden al juez del caso que a Mario “por ningún motivo le vaya a rebajar la pena, que no lo vaya a dejar en libertad, ni mucho menos que le vaya a dar prisión domiciliaria”.

La concejal Leyla Rincón denunció que en este caso “hay una cadena de complicidad, yo no puedo entender que una mujer durante 3 días, según las informaciones, esté encerrada y que no sepa nadie. Es muy doloroso y esto ya raya con todo. Es una responsabilidad compartida de toda la sociedad”.

 

Recuerdos

Las cartas que escribió para su mamá, hacen parte de los recuerdos que quedarán para siempre en la memoria y en el corazón de Yudi Uribe.

“Ella siempre se sintió orgullosa de que yo fuera su mamá porque en sus cartas me lo decía. Me expresaba su amor cada vez que podía, son muchas las que me escribió, lo hacía para mi cumpleaños, en el día de amor y amistad o para el día de la Madre, fecha que, este año, no pudimos celebrar por la pandemia”, explicó.

Con su puño y letra Yudi Fernanda manifestaba su agradecimiento a Dios porque le regaló una mamá que había hecho de todo por sacarla adelante. Su progenitora afirmó que hacía tres meses no se veían y en las condiciones que la vio por última vez, recordarlo genera un dolor irreparable.

Pérez Uribe presentaba politraumatismo general, trauma cráneo encefálico – subgaleal tempoparietal, (los huesos que van encima del oído), neumotórax derecho (perforación de pulmón), contusiones pulmonares y múltiples traumas en tejidos blandos.

“Yo hacía tres meses no veía a mi hija, por la pandemia nos dejamos de ver. En los planes estaba que ella iba a pasar Semana Santa conmigo, pero no se pudo. Si eso hubiera pasado, tal vez no estuviera muerta”, relata con lágrimas en los ojos la afligida madre.

Ella, hablando pausadamente, recuerda a su hija como una mujer estudiosa, muy hábil para hacer manualidades y aprovechar el tiempo libre, leer y escuchar música eran sus planes favoritos.

“Ella cuando vivió conmigo se dedicaba a estudiar, a colaborarme con las cosas de la casa, en sus ratos libres le gustaba hacer manualidades como pintar, crear cosas con material reciclado, bordar y estaba aprendiendo a coser.”

Aunque Yudi no manifestó que fuera víctima de algún tipo de maltrato por parte de Mario Alberto, su mamá le aconsejaba frecuentemente que si él llegaba a agredirla o a insultarla que la buscara o que le dijera a sus tías, que ellas siempre estaban dispuestas para apoyarla, cuidarla y ayudarla.

Mientras los días pasan, Trujillo Bernal sigue afrontando las audiencias que lo llevarán a que sea un juez quien determine su condena.

El personero de Neiva, Kleiver Oviedo Farfán, hizo un llamado a la ciudadanía para eliminar la violencia de género.

“La vida hay que defenderla, nadie es nadie para quitarle la vida a otra persona. La violencia de género debe eliminarse y debemos evolucionar a una sociedad más pacífica que conviva y sobre todo que respete los derechos de las mujeres que tanto han sido maltratadas durante muchos años de la historia. Este tipo de circunstancias debe salir de la mentalidad de los seres humanos”.