La Nación
EDITORIAL

Un héroe de guerra

La seguridad de la capital huilense sigue generando preocupación. El crimen a manos de delincuentes comunes del expolicía, Orlando Franco Herrera, se suma al doloroso listado de homicidios registrados en medio de atracos.

Franco Herrera portó el uniforme durante 27 años, 11 meses y 3 días, tiempo durante el cual obtuvo 17 condecoraciones y 103 felicitaciones. Fue un héroe de guerra, pues en el 2000 sobrevivió valerosamente a una cruenta toma guerrillera cuando comandaba el puesto de Policía de Vegalarga, zona rural de Neiva. Con visibles heridas en la cara, Franco contaba ante los medios de comunicación cómo había sido el ataque de la entonces guerrilla de las Farc.

Tras retirarse de la Policía, montó un negocio y surtía de comestibles a tiendas de barrio. Fue así como el miércoles pasado, a plena luz del día, Franco llegó hasta el barrio Palmas II. Allí, fue interceptado por varios atracadores, que en el forcejeo le propinaron tres disparos, dos de ellos en la espalda y uno más en el pecho. Alcanzó a ser auxiliado, pero falleció a los pocos minutos.

Un equipo periodístico de LA NACIÓN recorrió el sector en el que se produjo el asesinato del expolicía y corroboró el miedo existente. “Es otra ciudad en la que la gente no habla por temor a que los delincuentes los ataquen”, contó uno de nuestros periodistas.

Tristemente, esa es la realidad que se vive hoy no solo en Neiva sino en muchas ciudades del país: barrios enteros cooptados por la delincuencia. Se requiere, entonces, una atención integral al fenómeno de la inseguridad.

Desde esta tribuna, hemos insistido en que la seguridad no es un asunto que le corresponde solamente a la Policía. Es un asunto que demanda un abordaje integral por parte de todas las instituciones del Estado, con el apoyo del sector privado.

Mientras la inseguridad se siga atacando con intervenciones policiales esporádicas, la lista de muertos en atracos se seguirá engrosando.