La Nación
Un país cochino 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Un país cochino

Por: Froilán Casas Ortiz

 

¡Ah, qué paradoja! Colombia, un país tan rico y tan pobre. Israel, un país tan pobre y tan rico, una de las economías más prósperas del mundo. ¿Quiénes llegaron a conquistarnos? En general unos aventureros que vivían en la miseria, pero a la par, con una avidez devoradora de dinero. Se abrieron las cárceles de la península para que “dejaran en paz” a los peninsulares. Una parranda de ignorantes, -con algunas excepciones como Don Gonzalo Jiménez de Quesada- llegaron a hacer dinero fácil. Una muestra, el descubridor del Perú, Francisco Pizarro era analfabeta. A más ignorancia, más arrogancia, más ambición. Y nuestros aborígenes, ¿quiénes eran? Basta leer a fray Pedro Simón en su famosa obra, Noticias historiales de las Indias Occidentales, ¡qué horror, qué horror! Dejo que el lector lea con juicio crítico. De manera que, ¿quiénes somos?  Sí, excúsenme decirlo, con toda la riqueza con que nos dotó el Creador, somos un país pobre. Rico en recursos naturales, ¡ah, pero sus habitantes! Una cantidad de bandidos de todos los pelambres.

Bueno, ¿por qué buscamos excusas? Australia, que es casi un continente, fue conquistada y dominada por los ingleses. Y, ¿Qué ingleses? Inglaterra abrió sus cárceles y para librarse de esos especímenes, pues los envió a Australia y un buen número de ellos fueron los primeros pobladores europeos de ese lejano territorio. ¿Qué es Australia hoy? Un país próspero, a pesar de no ser tan rico, tiene una de las economías más sólidas del planeta. ¿El secreto? Llegaron a trabajar y se rehabilitaron, ¿cómo? Con el trabajo productivo, -bueno, les favoreció que la tierra no estaba tan habitada y no encontraron mano de obra para explotarla, o lo hacían ellos mismos o se morían, eh ahí el secreto-. Continuemos, vino la república. ¡qué independencia! ¿Será verdad tanta belleza? ¿No sería más bien, un cambio de verdugo? Del déspota y arrogante chapetón, pasamos al arribista, nuevo rico y soberbio criollo; con la misma y peor mentalidad: conseguir dinero fácil. Hoy, el narcotráfico, la corrupción, el tráfico de influencias, los privilegios, etc. ¡Qué espécimen hemos producido! Perdónenme, ¿Qué decir de los llamados próceres de la patria? ¡Qué hoja de vida tan horrorosa! El único que sale de esa banda de mentirosos, traidores y codiciosos, es Don Antonio Nariño y Álvarez.

¿Para qué reforma tributaria? Todos los gobiernos se han caracterizado por ser alcabaleros. Los resultados, ¿Dónde están? La conectividad vial está por el piso, qué no decir de los servicios públicos, la salud, etc., -y todavía se pretende que no haya protestas-. Sencillamente este país se lo han tragado, tantos facinerosos que han llegado a los altos cargos con hambre atrasada y nunca se sacian. ¿Se necesitan catorce billones de pesos para tapar el hueco fiscal y el pago de la deuda? Pues hay una solución fácil: combatir la corrupción que se traga alrededor de 23 billones al año; achicar el Estado, se despilfarra mucho dinero. Un ejemplo, ¿cuánto gastamos los colombianos que pagamos impuestos en el sostenimiento del parlamento?  Amigo lector, busque cuánto gana y cómo vive un congresista en los países Nórdicos, atérrese, por favor. Los concejales allí no son asalariados.