La Nación
Un sofisma 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Un sofisma

Por: Froilán Casas Ortiz

¿Qué es un sofisma?  Es un argumento falso con apariencia de verdad. Se les llamaba sofistas, en la cultura griega, a aquellos que, empleando el silogismo o método argumentativo, confundían al adversario. Los silogismos están compuestos por tres frases: premisa mayor, premisa menor y conclusión. Consiste en emplear verdades para llegar a una conclusión falsa. Un ejemplo: El Huila es el principal productor de tilapia en el país (premisa mayor = verdadera); Gloria es huilense (segunda premisa = verdadera); luego, Gloria come tilapia (conclusión falsa, porque a Gloria no le gusta la tilapia). Nos han vendido la idea y, -lo han logrado en buena parte-, que en todas las entidades y empresas del Estado y por qué no, en la empresa privada, debe haber igualdad de género, -bueno, ahora género se llama al sexo, cuando yo estudié español, aprendí que el género era el adjetivo que calificaba al sustantivo, masculino o femenino; ahora se aplicó al sexo, dejemos así y no entremos a discusiones bizantinas-. Por favor, si hasta hace ochenta o sesenta años, las mujeres no incursionaban en la educación superior, no era porque no tuvieran sus facultades mentales aptas para el estudio y la investigación; sencillamente se consideraba a la mujer como el centro del hogar y ella debía prepararse para ser madre y esposa y, ¡qué madres y esposas que fueron! Por eso a la unión del varón con la mujer no se le llamó patrimonio, sino matrimonio = la madre centro del hogar. En ese orden de evolución cultural, las mujeres llegaron, por ejemplo, a ejercer su derecho al voto, solo hasta el año de 1958 cuando se realizó el plebiscito en favor del Frente Nacional y es allí cuando entra la mujer al escenario del voto y por ende la posibilidad de elegir y ser elegida.  Entonces: ¿qué pasó con los gobiernos anteriores?, ¿que eran retrógrados y trogloditas? ¡No, por favor! Uno es hijo de cada tiempo. Pregunto, ¿por qué admirarnos que llega por primera vez una mujer a cargos de alta responsabilidad pública? Ministra, rectora de universidad, magistrada, gerente de entidades financieras, etc. Sencillamente porque las mujeres como los varones son capaces de ejercer altas responsabilidades. Excúsenme: la calidad no se mide por ser varón o mujer. La calidad se adquiere en la familia, en donde se cultivan los valores; en la academia, donde se forma la mente y el espíritu; en la experiencia profesional y en la investigación, es aquí donde se forja la excelencia. Por favor no sigamos con esos sofismas de distracción: a competir con calidad hombres y mujeres; mestizos e indígenas; blancos y afrodescendientes. La calidad se logra con la disciplina y el esfuerzo, no con el color de la piel o con el sexo. No distraigamos a la opinión pública.