En la Fundación y Hogar de la Divina Providencia aman y cuidan a 22 ancianos desprotegidos con dedicación y compromiso. Durante diez años, esta organización comunitaria sin ánimo de lucro sea encargado de brindarles un hogar a los abuelos abandonados de la ciudad. Hoy sueñan con la construcción de la sede para atenderlos mejor.
Con sus mejores galas celebraron los 22 ancianos que viven en la Fundación y Hogar de la Divina Providencia, los diez que cumplió la fundación social sirviéndole con amor y compromiso a los adultos mayores abandonados de la ciudad.
En la casa hogar ubicada en el barrio Los Guaduales de Neiva, los abuelos cuentan con la protección que necesitan en esta especial etapa de la vida. Allí reciben diariamente la alimentación, el hospedaje, el desarrollo de actividades lúdicas y el apoyo espiritual a cargo de un sacerdote de la comunidad.
Sandra Yulieth Medina, hija de la fundadora y coordinadora de la fundación.
En la humilde casa viven abuelos con algunas discapacidades de tipo física, así como algunos muy enfermos. Sin embargo, todos son atendidos con el mismo amor y compromiso. Sandra Yulieth Medina, hija de la fundadora, aseguró que la labor que allí realizan es muy importante para los ancianos porque fueron abandonados y necesitan mucho amor. “Tratamos de llenar un poco el vacío que ellos tienen adoptándolos como si fueran nuestros abuelos”, manifestó.
Diez años
Esta iniciativa la impulsó la señora Alicia Hernández Perdomo, quien sea caracterizado por prestar el servicio social a los más necesitados desde muy joven. “A mi madre cuando tenía 28 años le diagnosticaron un cáncer muy avanzado y la Virgen la sanó. Desde entonces, ha dedicado su vida a visitar enfermos, abrir grupos de oración y ayudar a quien más lo necesita. Hizo parte de la Renovación Carismática Católica, trabajó con el hogar del Divino Niño por siete años, y de allí surgió la necesidad de crear un hogar en Neiva para recibir a los abuelitos desprotegidos”, manifestó Sandra Yulieth.
Durante este tiempo la fundación no ha buscado apoyo estatal. Se ha sostenido con las donaciones que las personas y la empresa privada les aportan. “En la alcaldía anterior nos brindaron el servicio de salud y fue muy importante para los abuelos. Nosotros llenamos unos cupos con los ancianos que recibimos de la calle y en ocasiones nos brindan un auxilio por cada adulto mayor, pero exactamente no tenemos un apoyo definido o constante”, manifestó la coordinadora.
Los sueños
En este momento, con entusiasmo y mucha alegría, la Fundación y Hogar de la Divina Providencia prepara la construir de su sede propia. Una pareja que trabajó con ellos les donó un terreno ubicado en la salida a Neiva, vía El Caguán, para tal fin. “Ya tenemos los planos y los permisos. Sólo necesitamos benefactores que nos ayuden a construir esta obra”, manifestó Sandra Yulieth.
Asimismo, esperan poderles brindar a los 22 ancianos y a los tres más que llegarán en los próximos días, un mejor servicio de salud porque actualmente reciben una atención muy deficiente. “Antes, cuando funcionaba el Crue, teníamos el servicio de ambulancia y el médico, pero ya no lo hay y eso nos afecta mucho porque es una necesidad muy grande. Quisiéramos que el gobierno municipal nos colaborara con la atención médica para los abuelos”, expresó Yulieth.
También esperan la mano de obra generosa para solucionar algunos problemas con los sifones, que en época de lluvias los afectan negativamente.