Por: Esperanza Andrade
Iniciamos la última legislatura del cuatrienio con la fe y esperanza de tramitar muy valiosas leyes que cumplan las más sentidas ilusiones de los colombianos en materia económica, social, de justicia y política. Y con resultados, especialmente, para la población más vulnerable y los sectores más impactados por la terrible pandemia del Covid.
En el Congreso deberemos resolver iniciativas claves para el futuro del país. Por ejemplo, para atender las demandas populares y superar la gravísima crisis fiscal, el Gobierno presentó la reforma tributaria, un inmenso desafío para mantener los programas sociales y ayudar a miles de familias que se han quedado sin empleo.
El propósito debe ser recaudar 15.2 billones de pesos con impuestos a los empresarios grandes y ahorro de gastos del Estado, sin afectar el IVA ni ningún tributo que toque a la clase media. Necesitamos recursos para el pago de nóminas, el incentivo a la contratación de jóvenes entre 18 y 28 años, el acceso gratuito de los estudiantes de estratos 1,2 y 3 a la universidad pública…
Nos ocuparemos del presupuesto de la Nación del próximo año, que también deberá atender inversión para la reactivación social y económica, que ayude a los pequeños empresarios y a los compatriotas más afectados.
Y llegarán más iniciativas como la que regula y protege la protesta pacífica y castiga a los vándalos y violentos. Los recientes desbordamientos nos costaron pérdidas por casi $15 billones, 40 personas muertas y centenares de uniformados y civiles heridos. Y la reforma a la Policía, que la modernice y de más apoyo y control a los uniformados, para no mencionar un gran número de proyectos en trámite y otros anunciados por los partidos.
En nuestro caso particular tengo dos retos significativos: cumplir el mejor desempeño en la vicepresidencia de la Comisión Primera, por donde transitan las más importantes iniciativas, especialmente en esta legislatura (gracias a los colegas por confiar en mi responsabilidad y compromiso). Y, segundo, conseguir la aprobación de cuatro significativos proyectos, de autoría propia, para la comunidad, en general.
Coherente con lo que ha sido nuestra defensa de la familia, la mujer y la niñez tramitaremos la pena de prisión perpetua revisable para feminicidas; se reconozca la existencia legal de la persona desde la concepción; se establezcan mecanismos adicionales para prevenir, remediar y sancionar la violencia intrafamiliar. Y el arbitraje para procesos ejecutivos, poderosa herramienta para descongestionar los juzgados.
Y en coautoría presentamos un paquete muy amplio y ambicioso, en igual sentido: eliminar beneficios para quienes cometen delitos sexuales; fomentar el desarrollo empresarial, emprendimiento y formación de la mujer; condonar intereses de créditos con el Icetex a estudiantes con excelencia académica; alivio al pequeño productor agropecuario, jóvenes, mujeres rurales y víctimas, entre otros, que les iremos informando.
En resumen, una legislatura llena de esperanza, que seguramente demostrará la capacidad de respuesta del Congreso con proyectos que garanticen la igualdad de todos los ciudadanos.