Consuelo Serrato de Plazas
En palabras del Dalai Lama: «La verdadera disciplina no se impone. Sólo puede venir del interior de nosotros mismos».
¡No logro salir aún del asombro! No bastó que recientemente la OMS advirtiera que la pandemia de coronavirus está entrando en una peligrosa fase de contagio, para que en la primera oportunidad miles de personas de manera desenfrenada y despojados de toda conciencia social optaran por asumir actitudes irracionales y compulsivas alejadas de la más mínima disciplina, privilegiando la adquisición de bienes superfluos sobre la preservación de la vida misma. No le faltaba razón al politólogo estadounidense Noam Chomsky cuando expresaba: «La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros».
Cómo puede ser posible que la pedagogía del autocuidado que va más allá del contexto individual no surtiera efecto alguno cuando justamente el día anterior -18 de junio- el Ministerio de Salud registrara la cifra más alta de contagios desde el inicio de la pandemia con 3.171 casos y 86 nuevos decesos, pese a ello los videos muestran y demuestran que desde muy temprana hora los compradores –muchos sin tapabocas y sin respetar el distanciamiento físico- se aglomeraron a las afueras de los almacenes de cadena quebrantando las medidas mínimas de bioseguridad.
Y como cada acción tiene un efecto positivo o negativo sobre nuestras vidas, muy seguramente ese mal comportamiento se verá reflejado en un aumento en la curva de contagios, circunstancia que llevó a la Gobernación de Antioquia a requerir a las personas que salieron a realizar compras en la primera jornada del día sin IVA para que se aíslen por espacio de 14 días ya que «el tiempo de incubación del virus que produce COVID-19 puede ser de 2 a 14 días. Este es el tiempo entre el día de la infección y el día del inicio de síntomas. Las personas pueden trasmitir el virus desde 2 días antes de presentar síntomas».
Desde el marco del comportamiento psicológico ¿qué pudo haber motivado esa desbordada avalancha consumista?
Expertos en el tema ponen de relieve que algunas personas desestiman la posibilidad riesgo de contagio porque no han tenido casos cercanos de Covid y ello hace que la amenaza se vuelva cada vez más lejana. Adicionalmente registran una responsabilidad compartida, es decir no exclusiva de quienes salieron sino también de las autoridades tanto públicas como privadas. En tanto para el filósofo y escritor Armando Silva pudo tratarse de un «desbordamiento psicológico de las personas ante un deseo muy grande por ejemplo de tocarse y de verse».
Sin embargo, todo apunta a que tendremos otras dos jornadas del día sin IVA y si pretendemos que resulten exitosas es fundamental promover conciencia social para que procedamos de conformidad, pues de lo contrario resultaría imposible romper la cadena de transmisión del virus, ya que como lo expresara el psicólogo estadounidense Abraham Maslow: «Lo que se necesita para cambiar a una persona, es cambiar la conciencia de sí mismo».