La Nación
Una mirada hacia la familia Es hora de reinventarnos 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Una mirada hacia la familia Es hora de reinventarnos

 Consuelo Serrato de Plazas

 

De acuerdo con Sófocles el poeta griego: «Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres».

La familia es el primer agente socializador de los individuos y se desarrolla a través de su ciclo evolutivo que permite a través de sus diferentes etapas comprender su desarrollo a lo largo de la existencia. En el tránsito de una etapa a otra sobrevienen alteraciones que de no ser abordadas cuidadosamente pueden llegar a alterar el entorno en que se desenvuelven sus miembros. Parodiando a Duglas Haley experto en terapia familiar «los momentos más proclives para el surgimiento de patologías en un grupo familiar son los de entrada o salida de miembros del sistema: nacimientos, muertes, separaciones».

Justamente uno de los acontecimientos por los que transitan las familias se halla relacionado con la separación de su descendencia de la red hogareña a fin de emprender un proyecto de vida autónomo hecho que en algunos casos provoca gran impacto en algunos de sus miembros quienes se aferran de tal forma a mantenerlos siempre a su lado que sin proponérselo entorpecen su normal desarrollo.

Es ley de la vida que los hijos dejen el hogar de los padres para formar sus propias familias. Sin embargo en algunos casos  este hecho marca un antes y un después en la relación con su prole -particularmente en las madres-  quienes a todas luces se resisten categóricamente a aceptarlo y de manera casi instintiva desaprueban la decisión avivando un cúmulo de sensaciones. Es tal el impacto que de ser necesario podría llegar a recurrir al  chantaje emocional que las lleva a ubicarse en el plan de víctima a fin de generar sentimientos de culpa en su hijo o hija.

Expertos en el tema  ponen de manifiesto que «este es un «choque» que repercute normalmente mucho más en la madre y muy en especial si es un ama de casa que no ha trabajado fuera del hogar. Son muchas horas de convivencia y toda una vida que se ha ido construyendo en torno a los hijos, a sus etapas evolutivas, a sus horarios, a sus necesidades, a sus estados emocionales, a sus éxitos y fracasos».

Aunque es normal sentir nostalgia ante la ausencia de los hijos es necesario asumir esta nueva realidad con optimismo ya que forma parte del itinerario del  ciclo de vida familiar. No olvidemos que tal y como lo hicimos nosotros ellos también dejan el hogar para construir su propia familia y recuerda que como acertadamente lo expresara el escritor Denis Waitley: «Los mayores regalos que puedes dar a tus hijos son las raíces de la responsabilidad y las alas de la independencia».