La Nación
Una mirada hacia la familia Torpe obstinación 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Una mirada hacia la familia Torpe obstinación

 Consuelo Serrato de Plazas

 

Para Pau Casals, connotado músico español del siglo XX: «Nosotros debemos pensar que somos una de las hojas de un árbol, y el árbol es toda la humanidad».

La cultura de la corresponsabilidad se halla asociada a la obligación compartida que nos asiste como miembros de una sociedad para llevar a buen puerto un propósito común. Lo anterior para significar que lo que hagamos o dejemos de hacer repercutirá positiva o negativamente en su resultado. De ahí que «si no somos corresponsables del pasado, tampoco tendremos derecho a reclamarnos legítimos propietarios del futuro» tal y como afirmara el escritor español Fernando Savater.

Como integrantes de una comunidad y desde el contexto de la pandemia todos los actores –no solo el Estado- tenemos nuestra cuota de responsabilidad frente a la adopción de medidas que permitan su contención y en consecuencia debemos actuar de conformidad constituyéndonos en parte activa de la solución y no en obstáculo para lidiar con su control.

Sin embargo y a sabiendas de la vertiginosa velocidad con que se viene propagando el virus aunado a su exponencial crecimiento persiste de forma sistemática la indisciplina social. ¿Hasta cuándo vamos a ser conscientes de su peligrosidad? ¿No bastan acaso las miles de vidas que no pudieron ganarle la batalla al Covid-19? ¿Cuándo vamos a entender que aun NO existe respuesta inmunitaria de la vacuna ni mecanismo de acción efectivo que permita combatirlo?

Me refiero concretamente al sinnúmero de fiestas clandestinas celebradas en el marco de la actual contingencia con total violación de protocolos sanitarios y normas de bioseguridad –que dicho sea de paso muchas son promovidas a través de redes sociales- las cuales se constituyen en verdaderos focos de contagio, aunado al peligro de los llamados «transmisores silenciosos» que diseminan el virus a diestra  y siniestra y por ende se constituyen en principales vectores de propagación.

Infortunadamente a pesar de las acciones dispuestas por las autoridades para frenar estas actividades continúan proliferando sin control alguno y de paso provocando positivos en las diferentes regiones del país. Claro ejemplo de ello lo constituye la cadena de contagios que se presentara en los municipios de Gigante  y Nátaga donde resultaron infectados en su orden al menos 18 y 19  miembros de  una misma familia, conforme lo reportado por diversos medios de comunicación. Confiemos en que no nos pase la cuenta la celebración del matrimonio del señor alcalde de Algeciras en plena cuarentena.

Los invito entonces para que miremos la vida con un prisma distinto y asumamos con sensatez los desafíos que se presenten en el devenir de la existencia ya que como atinadamente lo expresara el escritor estadounidense John C. Maxwell: «El mayor día de tu vida y la mía es cuando tomamos responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos».