La Nación
Una obligación en salud 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Una obligación en salud

Jorge Luis Salcedo

Tanto internacional como nacionalmente existen unos colaboradores en el sistema de salud que no son catalogados como indispensables, pero que, a la hora de la verdad, sin discriminar el estrato social del paciente hay patologías como la demencia senil, el alzhéimer, secuelas de accidente cerebrovascular y otras que por su gravedad impiden que el paciente se maneje con independencia. Estos colaboradores son llamados “cuidadores” que pueden manejar diferentes personas sean adultos o menores con enfermedades raras o huérfanas, también, aunque en su mayoría están dedicados a personas por encima de la tercera edad.

El papel que desempeñan es sumamente importante, ya sean enfermeras geriátricas que son muy raras, enfermeras comunes, o, auxiliares de enfermería, que muy escasamente les gusta estar en contacto con pacientes crónicos geriátricos o infantes; por lo cual existe el otro personaje llamado “cuidador”. En Colombia las EPS casi no les reconocen o la Corte Constitucional que está por encima del gobierno y el parlamento tampoco les reconoce como empleados de la salud. Estos cuidadores que no son enfermeras ni enfermeros son por lo general personas con mucha sensibilidad social y disponibilidad para el difícil manejo de estos pacientes que solo requieren control de signos vitales, los cuales pueden aprender fácilmente con entrenamiento en centro de salud o una escuela de enfermería en menos de un semestre. Incluso el Sena puede capacitarles.

Sus funciones son mantener aseado el paciente en sí y en su entorno incluyendo el respeto y el buen trato. Inyectando ternura, cariño, buena disponibilidad para dialogar lo que desee el paciente y siendo tolerante con los cambios de humor del mismo, pues con frecuencia se presentan episodios de agresividad, malas palabras de parte del paciente, llanto, depresión, agitación, etc.

El paciente generalmente no controla esfínteres por lo cual se debe estar dispuesto a cambiarle los pañales desechables.   También se le debe hacer al paciente movimientos de extremidades para evitar la atrofia muscular y ejercicios mentales, como juegos orientados por una trabajadora social, una fisioterapeuta, y, estimulación del sistema osteomuscular y nervioso con frecuencia, respetando una buena higiene del sueño.

Las funciones de estos cuidadores son permanentes y en ocasiones requieren de 2 cuidadores en turnos de 8 horas para que en la noche sea la familia quien esté más en contacto con el paciente, y, durante el día las cuidadoras. De tal manera que quienes trabajan para sostener el hogar no tengan impedimentos en su trabajo ni tengan que ausentarse laboralmente.

Creo que ya es hora de tener que poner unas pautas a nivel de las EPS y poner en la guía de manejo de estos pacientes la injerencia y reconocimiento de estos “cuidadores” domiciliarios.