El técnico Jairo Ruiz anticipó que Ángel Barajas ganaría medalla en Juegos Olímpicos. Un sueño le confirmó esta verdad que en París se hizo realidad. Ángel dijo que para él la medalla aunque es de Plata, le sabe a Oro y Zafiro. Invitó a los niños y niñas del país a soñar.
Por: Faiver Hoyos Hernández
Presidente ACORD Colombia
El coliseo “Arena Bercy” lucía silencioso, el reloj marcaba la 1:57 pm., hora de París (6:57 am en Colombia) y en la barra fija el joven gimnasta Ángel Gabriel Barajas le sacaba a los espectadores el primer “ufff”, al verlo como “volaba” y giraba, y se soltaba en el aire y con más giros, arrancaba otro “ufffff” más extenso, porque el público internacional elogiaba al deportista cucuteño por su presentación impecable.
Un japonés había sacado el puntaje más alto. Resultaba difícil creer que un motilón tuviera las agallas para batirse en medio de tantas personas que llenaron graderías y metían presión, por cuanto se disputaban las finales de la gimnasia artística en varias de sus modalidades. Sin duda el temor escénico era brutal. Muchos comían uñas, sobre todo los colombianos.
Quien siempre estuvo seguro de lo que había preparado era su entrenador Jairo Ruiz. Cuando previamente le entrevisté y le indagué sobre Ángel Gabriel y las posibilidades de medalla, dijo: “si él hace la rutina que preparamos vamos a pelear algo importante”, muchos dudamos, por cuanto la pelea frente a frente era ni más ni menos que con los asiáticos, considerados los más fuertes en esta disciplina.
Mientras tanto seguían los “ufffffffff” del público que en su mayoría reconocía lo que Barajas lograba en su presentación. Se acercaba el final y la caída, cual es momento crucial, en donde los jueces ponen el ojo para sentenciar o catapultar se aproximaba. Vino entonces, un impulso y un giro y otro giro, sumado a movimientos estéticos y rítmicos, hasta que Ángel Gabriel Barajas termina firme en la lona del “Arena Bercy”.
Los gritos de los colombianos que estaban en Colombia se escucharon en París. El coliseo pleno respondió con aplausos al hijo de Cúcuta. Hubo que esperar, mientras los encargados del juzgamiento hacían los cálculos y en detalle revisaban las imágenes de la presentación, al mejor estilo del VAR en el fútbol. Hubo suspenso, drama y ansiedad. Los minutos transcurrían hasta que salió en pantalla el puntaje que igualaba a Barajas con el japonés Shinnosuke Oka con 14.533 puntos. La definición del Oro se dio porque el porcentaje de ejecución del norte santandereano fue de 6.600 frente a 8.633 que alcanzó Oka.
Sueño cumplido
Se cumplió el sueño y de qué manera. Esta revelación la hizo el profesor Jairo Ruiz, entrenador del gimnasta cucuteño Ángel Gabriel Barajas, quien reveló que él logró visualizar previamente la consecución de la medalla de plata por parte de su deportista. “Primero que la honra y la gloria sea para Dios, segundo agradecer al Comité Olímpico Colombiano, que creyeron en todo este proceso. Y tercero… este es un sueño que yo tuve y que hoy se hace realidad”, precisó. Al reiterarle sobre esa visión, manifestó “yo lo soñé, Dios me lo mostró”, confesó que tanto él como la familia de Ángel Gabriel Barajas pertenecen a la Iglesia Ministerial.
Curiosamente Ángel tiene nombre espiritual, pero además al preguntarle sobre esta hazaña con apenas 17 años, sus primeras palabras las dedicó a Dios. “Agradecerle a Dios, por este triunfo, de verdad que me siento feliz por el trabajo que hice. Agradecerles infinitamente por todo el apoyo en la distancia, sé que fue duro de pronto ver la competencia porque en Colombia era de madrugada, pero gracias de verdad por todo el apoyo y estar pendientes de mí”, señaló el subcampeón olímpico.
Un proceso que dio resultados
La preparación para estos Juegos Olímpicos duró ocho meses, según manifestó el profesor Jairo Ruiz. “Desde noviembre nos concentramos en Medellín y desde febrero nos vinimos a Europa, sacrificando la familia”, afirmó el timonel. Sorprendió a los más de 50 medios entre nacionales e internacionales, cuando contó que fueron 6.226 repeticiones sobre la rutina que los asistentes aplaudieron en el “Bercy Arena” y que los colombianos disfrutaron a través de la televisión.
Agregó que fueron 19 domingos fuera de casa los cuales hoy dan una enorme felicidad, manifestó emocionado el entrenador del gimnasta más importante del momento en toda América y el país. Envió un mensaje a los técnicos: “debemos capacitarnos, yo estoy próximo a recibir mi doctorado. Entrenador que no se prepara, quien paga los platos rotos es el deportista”, dijo. Agradeció a su equipo multidisciplinario y destacó que la mamá de Ángel, doña Angélica Vivas, ha sido fundamental en este logro. “Ella en la casa es otra entrenadora, porque ella lo cuida, le da la alimentación, acompaña su descanso, el sueño, ella es artífice de este triunfo”, precisó.