La Nación
Una reforma atrapada 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS SOCIAL

Una reforma atrapada

La discusión sobre la reforma a la salud se está llevando inadecuadamente porque se encuentra atrapada en sesgos ideológicos.
Por un lado, está el gobierno convencido que la única solución es que el estado sea el administrador omnímodo del sistema de salud, eliminando gran parte de lo que se ha obtenido en la alianza público privada más grande que existe en el país.
Como consecuencia de esa postura, presentó al congreso una reforma con endebles argumentos técnicos y peligrosos riesgos financieros, que además incluye aspectos como la atención primaria o las redes integradas que existen desde hace años en leyes que no han sido debidamente implementadas por las inadecuadas políticas de estado en el sector.
En el otro espectro están los que consideran que lo que tenemos está bien, que no se debe tocar nada, que el mercado todo lo puede, por tanto, es innecesario cambiar lo que medianamente funciona.
En medio de la discusión están los seguidores de cada bando, dispuestos a destrozar a todo aquel que los contradiga, calificando o descalificando a sus contradictores de cualquier manera. Por esa razón pululan las mentiras, los memes con afirmaciones sin fundamento, los videos donde cada uno expone su idea, en fin, todo tipo de mensajes que solo sirven para profundizar las divisiones.
Por andar exacerbando el conflicto, ambos espectros ideológicos olvidaron lo esencial, la discusión de fondo sobre lo que se requiere para garantizar la salud de los colombianos, porque no hay duda que, por ejemplo, el mercado es absolutamente incompetente para llevarla adecuadamente a los territorios dispersos, y a su vez, no habría mayor necesidad de intervención del estado en las ciudades capitales donde el mercado puede garantizar el equilibrio necesario.
Poco se analiza sobre la dirección, vigilancia y control, sin las cuales, independientemente del sistema que definamos, no va a existir política de estado que establezca metas y objetivos, o sea para dónde queremos ir, ni mucho menos lograremos cumplir con lo planeado y el dinero queda en grave riesgo de caer en manos indebidas.
La salud en manos del estado mostró grandes falencias en el pasado, compartida entre público y privado avanzó mucho pero aún mantiene inequidades inaceptables. Lo anterior implica que hay un punto de partida, debemos dar unos pasos adelante para mejorar lo que hay, para seguir siendo calificados por los expertos como uno de los mejores sistemas de salud del mundo.
Liberemos el debate de la salud de los sesgos ideológicos, aceptemos lo bueno que hemos conseguido, aportemos ideas para optimizarlo, urge que nos pongámonos de acuerdo en eso.
garcia.francisco@javeriana.edu.co