Los gobiernos de los 12 países de Unasur buscarán en Cartagena un acuerdo para crear un mecanismo regional de lucha contra el crimen transnacional pese a sus diferencias políticas, que analistas señalan como la principal limitante para ese objetivo. CARTAGENA, AFP Los gobiernos de los 12 países de Unasur buscarán en Cartagena un acuerdo para crear un mecanismo regional de lucha contra el crimen transnacional pese a sus diferencias políticas, que analistas señalan como la principal limitante para ese objetivo. “Los esfuerzos individuales de cada país no son suficientes. Los problemas regionales se atacan con soluciones regionales”, declaró el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, al instalar el encuentro de dos días que reúne a sus homólogos y también a titulares de Interior, Justicia y Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Sin embargo, analistas consultados hicieron énfasis en que lo importante no es solo identificar temas de interés colectivo, sino también coordinar acciones adecuadas para tratar esos problemas. “Cada país va a evaluar la utilidad de ese organismo de manera diferente. Algunos lo integrarán para quedar bien con sus vecinos mientras que otros, como Colombia, podrían utilizarlo también para combatir a la guerrilla, lo que posiblemente no va a ser compartido por todos”, dijo Juan Esteban Ugarriza, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad El Rosario de Bogotá. Ugarriza recordó, por ejemplo, que mientras para Ecuador la guerrilla de las Farc no es un problema de seguridad nacional, para Colombia sí. “Para Ecuador el primer problema es el delito callejero y el gobierno está más dispuesto a gastar recursos para combatir ese problema que el de las Farc”, destacó. “Entre tanto para Argentina la prioridad puede estar en evitar el ingreso de delincuentes que quieren establecerse allí, como ya está ocurriendo”, agregó el analista. En ese sentido, el ministro de Defensa de Chile, Andrés Allamand, afirmó que si bien “hay particularidades en cada país, no hay ninguno que no considere que los fenómenos de crimen organizado, de tráfico de personas, requieren abordarse en el marco de Unasur”. Sin embargo, reconoció que no hay unanimidad sobre cuál debe ser el marco desde el que se aborde esa temática. “Yo diría que hay un consenso bastante generalizado de que no debe abordarse desde el Consejo Suramericano de Defensa (CSD) y en consecuencia lo que se ha planteado es que estos temas se aborden en el Consejo de Drogas, que existe, o con la creación de un nuevo Consejo que pueda centrar su atención en esos fenómenos”, dijo Allamand. “Pero, efectivamente, los países tenemos distintas aproximaciones de cómo tratar el fenómeno”, concluyó el funcionario. Para el especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia Alexander Montero, “a pesar de hablar de intereses comunes en materia de seguridad, los estados suramericanos han hecho multimillonarias compras de material militar, lo cual abre varios problemas secundarios, como el riesgo del tráfico de armas, explosivos o municiones”. Mientras tanto, el general Gustavo Rosales, del Instituto de Estudios Geoestrátegicos y Asuntos Políticos de la Universidad Nueva Granada, ve difícil que Unasur “llegue a una comunión de intereses políticos”. “Cada país tiene su código geopolítico. Son regímenes completamente distintos. (…) Hay una mezcla de intereses”, dijo. Y explicó que, por ejemplo, “no tienen los mismos intereses los países de Unasur que forman parte de la Alianza Bolivariana (Alba: Bolivia, Ecuador y Venezuela) que los que puedan tener los demás países de Suramérica”. Ministros de Unasur en Cartagena. FOTO AFP