Los hechos por los que fue detenido el jefe de escoltas de un funcionario de Gaseosas Cóndor, tuvieron lugar el pasado sábado ubicado en la carrera 15 con calle 9 barrio Altico de Neiva.
La historia de amor de Olga Lucía y Alexánder la narró su hermana Fanny Hernández “a ellos los presentaron y eso fue ‘flechazo’ a primera vista. De una vez el empezó a visitarla, a llevarle flores, chocolates y nació ese bonito amor. Pues ya llevaban 25 años de estar juntos, se fueron juntos y están juntos”.
Producto de la relación nacieron sus hijos Diego Alexánder, Alex Mauricio y Alejandro, quienes hoy tienen un profundo dolor en sus corazones.
El sueño de Alcaraván
La idea del negocio Alcaraván Llanero surgió en el 2008 por consejo de don Gilberto Muñoz, padre de Alexánder, quien les dio el local para que montaran el negocio. Él les sugirió que pusieran un local de venta de carne llanera, ya que él sabía del adobo y preparación de carnes.
Francisco Borrero, cuñado de Olga, indicó que “ellos le colocaron Alcaraván Llanero porque es el ave insignia del llano”. Alexánder se encargaba de las ventas y Olga del adobo de las carnes, el negocio lo acreditaron rápido a punta de esfuerzo y tesón.
La tragedia
La controversia entre los propietarios del establecimiento dedicado a la venta de carnes y el funcionario de Gaseosas Cóndor habría surgido por una mesa que al parecer invadía el espacio a la empresa de bebidas.
La disputa que empezó con ofensivas de palabras, continuó luego con golpes entre el hijo de los dueños de Alcaraván y el escolta. El coronel Juan Carlos León Montes, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva informó que “un escolta, Juan Arturo Gómez Lozano, desenfundó un arma de fuego y le propinó varios disparos a Alexánder Muñoz Escobar, quien presenta una herida en la parte izquierda del pecho, a la señora Olga Lucía Hernández Córdoba, que presenta dos heridas en zona abdominal y a Diego Alejandro Muñoz, hijo de la pareja, quien presenta dos heridas en una pierna”.
Las tres personas fueron auxiliadas por patrulleros de la Policía, que ingresaron a los heridos al Hospital ‘Hernando Moncaleano’, donde lamentablemente murió Alexander y como si fuera poca la tragedia en horas de la madrugada del domingo pereció Olga.
Se fugó
Francisco Borrero comentó que “solo escuché los disparos y cuando los vi ya estaban tendidos en el piso. Así como les dio bala, el escolta se fue a pie por la calle Novena hacia la Octava y mi suegro lo siguió. Ahí cogió un taxi y se dirigió hacia la carrera Séptima y el allegado iba en una moto hasta que en el semáforo de la calle Octava con carrera Octava llegó una patrulla de la Policía, fue donde mi suegro les indicó en qué carro iba ese señor y lo capturaron”.
El domingo se realizaron las audiencias preliminares en contra de Juan Arturo Gómez, en las que el Juez de Control, le dictó medida intramuros en centro carcelario por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio.
El togado manifestó que el capturado representa un peligro para la sociedad y también para él mismo debido a que existe la posibilidad de que atenten contra su integridad.
De corazón grande
Los allegados señalan que Alexander era de temperamento fuerte pero de corazón solidario, a nadie le negaba un favor. Así lo afirmó Francisco “él era muy humanitario, el eje de la familia. Los progenitores dependían económicamente del negocio y siempre que uno lo necesitaba, le ayudaban con recursos, le extendían la mano”.
Por su parte Olga Lucía, siempre buscaba solucionar los problemas que teníamos para mantener la armonía en la familia, indicó su hermana.
Ayer los cuerpos de la pareja fueron puestos en velación en la carrera 18 No 12-49 del barrio Primero de Mayo por funcionarios de la Funeraria La Paz y hoy hacia las 4:00 de la tarde en la parroquia San Juan María Vianney del barrio El Jardín se realizará la eucaristía y serán sepultados en el Cementerio Central.
Juan Arturo Gómez, el escolta asesino fue dejado tras las rejas.
