LA NACIÓN llegó hasta la vereda Alto Guadual de Rivera, Huila, para reconstruir los últimos minutos que vivió la Cónsul de Panamá en Colombia, su esposo y una amiga, quienes fueron arrastrados por una creciente súbita del río Frío. Las vacaciones que anhelaban terminaron con una noche trágica que no se olvidará.
Carolina Argüello Cruz
Los habitantes del municipio de Rivera aún no se reponen de la trágica noche que vivieron el pasado lunes cuando una creciente del río Frío a su paso por el Alto Guadual acabó con la vida de tres personas.
Eran las siete de la noche cuando Telma Deleise Barria Pinzón, cónsul de Panamá en Colombia; viajaba a bordo de un vehículo, marca Skoda de placas RML 628 de Bogotá, acompañada de su esposo Pedro Cantillo Ramírez, su amiga Nania García Lozada; un hijo y un nieto. Pese a la torrencial lluvia, el camino lo habían recorrido sin contratiempos. Sin embargo, al llegar a una batea, ubicada a menos de 300 metros de distancia al hotel El Carambolo, lugar donde se hospedaban, la furia de la naturaleza les impidió seguir avanzando.
De acuerdo con el relato de testigos en el sitio donde ocurrió la tragedia; las cinco personas, que habían pasado el día en el municipio de Gigante, no contaron con suerte tras la creciente del río. Muchos se han atrevido a desafiar el afluente hídrico, pero esta vez la historia tuvo un final lamentable.
“Ellos venían ya llegando, vieron que el nivel del agua estaba bajito y creyeron que podrían pasar sin problema, pero cuando llegaron a la mitad de la batea el carro se les apagó. Ellos salieron del carro y se resguardaron en el lado derecho de él, como por el lado del copiloto, sin embargo, bajó una creciente con palos y piedras, y se los llevó con carro y todo”, relató Dairo Francisco Lavao, habitante de la vereda Alto Guadual y que presenció los hechos.
Los únicos que se salvaron fueron su hijo, quien logró reaccionar rápidamente, alzar a su pequeño hijo y saltar a la orilla del río para estar a salvo sin pensar que no volvería a abrazar a sus familiares. Ayer se encontraban aún en el hotel, destrozados por esta tragedia que descompletó su hogar. Por fortuna, ellos no resultaron lesionados.
Una vez fueron arrastradas las tres personas, un grupo de habitantes de la vereda Alto Guadual, del municipio de Rivera, inmediatamente emprendió la búsqueda con el ánimo de rescatarlos con vida. Mientras tanto, las alarmas se encendieron y al lugar arribaron los organismos de socorro y la fuerza pública para sumarse a la misión.
Geraldine Gutiérrez narró que comenzaron a escuchar que un carro no paraba de pitar, cuando bajaron vieron a las personas afuera del carro pidiendo auxilio; pero de un momento a otro se dieron cuenta cómo el agua se los llevaba.
“Me dispongo a llamar a la Policía y los bomberos, no me contestan, y entonces me comunico con el Alcalde, yo alterada le conté y él me dice que ya va a llamar a los bomberos. Nosotros nos encontrábamos manicruzados porque no sabíamos cómo ayudarlos”.
Señaló que un familiar salió corriendo río abajo para tratar de salvarlos. “Mi cuñado vio que el carro se iba yendo, se metió en pantalonetas y chanclas. Dice que alcanzó a ver una mano y le pasó su mano para sacarlo, pero no pudo. Tenía una impotencia horrible, decía que sin importar arriesgar su vida, solo quería ayudarlos”.
El hallazgo
Para lograr la ubicación de las tres personas arrastradas por el afluente, el Ejército informó que además, del apoyo de la Policía, Bomberos y Defensa Civil, fue necesaria la intervención del batallón de Artillería, la brigada de Búsqueda y Rescate, así como guías caninos y un novedoso equipo de tecnología.
“En la noche anterior (lunes), por más de dos horas pudimos ubicar el cuerpo de una persona del vecino país de Panamá y en las horas de la mañana se inicia con un PMU (Puesto de Mando Unificado) donde por espacio de 10 minutos recibimos la capacitación e instrucción del Cuerpo de Bomberos que nos indicó cómo desarrollar este trabajo que tuvo un desempeño con equipos técnicos de drones, los cuales nos facilitaron la ubicación con la gente que estaba en tierra. Cuando hemos ubicado los cuerpos se hacen unos paneos que nos da la seguridad, tanto para el personal que entra a la recuperación de los cuerpos como del sitio donde se encuentran”, señaló el coronel Eduardo Alberto Arias Rojas, comandante de la Novena Brigada del Ejército.
Según la comunidad de Alto Guadual, el cuerpo de Pedro Cantillo Quintero fue encontrado aproximadamente a las 6 de la mañana y minutos más tarde el de Nania.
“Tenías muchos golpes, fue impresionante verlos, desnudos y con muchos, muchos, golpes. Estaban muy desfigurados”, contó un testigo que prefirió reserva de su nombre.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue del hospital Divino Niño del municipio de Rivera y posteriormente al Hospital de Neiva donde hasta el cierre de esta edición, permanecían.

Las víctimas
Telma Deleise Barría Pinzón de 60 años de edad era de nacionalidad panameña y fungía desde 2012 como agregada consular de Panamá en Colombia. En 2016 cursó un Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales en la Escuela Business España EBES, de forma virtual. Anteriormente ya había realizado otros posgrados presenciales; le apasionaba su carrera diplomática y adquirir nuevos conocimientos.
Había llegado al departamento del Huila con su esposo Pedro Cantillo Quintero, su hijo y su nieto, el fin de semana pasado y disfrutaría de una semana de descanso en el departamento del Huila, a donde fue invitada por su gran amiga Nania García Losada.
La embajada de Panamá en Colombia lamentó su fallecimiento asegurando que “esta misión diplomática perdió a una gran funcionaria dedicada a preservar el interés y la integridad”. Su cuerpo será trasladado hasta la ciudad de Bogotá donde se harán todos los procedimientos de rigor para que pueda ser repatriado a su país.
40Telma Barria Pinzón era agregada consular de Panamá en Colombia desde hace 9 años.


Entre tanto, los familiares de su esposo adelantaban ayer las diligencias para su cristiana sepultura.
Por su parte, Nania García Losada había nacido en el departamento del Huila hace 60 años. Era pensionada de la Procuraduría General de la Nación y se encontraba prestando sus servicios como abogada en la embajada de Panamá. Vivía con su progenitora, Mariela García Losada, en Bogotá, pero desde hace dos meses debido a la segunda ola de contagios de COVID-19 decidieron venir a su tierra natal y pasar unos días en Rivera donde también vive una de sus hermanas.
El Hotel El Carambolo, donde se estaban hospedando con la diplomática y su familia, es de propiedad de su hermana Maritza García Losada, que junto con su esposo Carlos Claros, han fomentado y promovido el desarrollo turístico en esa zona de Rivera.
Las honras fúnebres de García Losada se realizarán en Neiva, sin embargo, se espera que hasta hoy su cuerpo sea entregado para llevar a cabo sus exequias.
El carro
El vehículo, marca Skoda, fue arrastrado aproximadamente 50 metros y quedó anclado entre enormes piedras y una palizada que le impidieron seguir el cauce. Su interior repleto de lodo, su bumper destruido y su sistema eléctrico inservible era lo que se evidenciaba ayer en el sitio de la tragedia.
Los reclamos de la comunidad
El Diario LA NACIÓN llegó a la zona donde ocurrió la tragedia, conoció de primera mano la situación que se vive en la vereda Alto Guadual y los reclamos que hace la comunidad al mandatario municipal.
Para Luis Garrido este doloroso y triste episodio se pudo evitar, pues asegura que debido a la falta de compromiso de los Gobiernos de turno no se han adelantando las obras de mitigación en el río.
“Si hubiera estado la batea en buen estado, el conductor habría podido continuar el carro y no los había cogido la avalancha, pero como aquí los obstaculizó las piedras, el carro quedó bloqueado. Hemos visto que la gente se estanca siempre en este sitio, sin embargo, no habíamos vivido una tragedia similar”.
Por tal razón, la comunidad exigió a la Administración Municipal acciones contundentes para que esta tragedia no se repita.
“A la batea, hace cuatro años, se la llevó el río, si hubiera estado completa no habría pasado esto, porque ellos llegaron a un término donde quedaron estancados, ahí quedó el carro bloqueado. Por eso le pedimos al Gobierno que nos ayude con el pedazo que falta. Es muy triste ver morir a las personas”, dijo Dairo Lavao.
Entre otras cosas, la comunidad es consciente consciente que esta exigencia no solucionaría del todo la problemática, sin embargo, sí facilitaría el tránsito por la zona, especialmente, durante los días de lluvia.
“Con esto que ocurrió hemos pensado hasta en salir a protestar para que nos miren o nos pongan cuidado”, añadió.
¿Qué responde el Alcalde?
El alcalde de Rivera, John Jairo Yepes Perdomo, lamentó este desenlace fatal, al tiempo que expresó su solidaridad con todos los familiares de las víctimas.
El mandatario anunció que se adelantan gestiones que brinden una pronta solución al clamor de los habitantes de Alto Guadual para reducir el riesgo de que ocurran nuevamente episodios como el del lunes pasado.
“La batea se dañó a raíz de una creciente que hubo hace aproximadamente ocho años, se logró hacer gestión ante Invías para que nos dieran los materiales, pero es una zona muy complicada donde el agua coge una velocidad impresionante y se puede hacer la obra de mitigación que sea, pero siempre se ve afectada. La solución más eficaz para solucionar el problema de raíz sería la construcción de un puente”.
Yepes Perdomo dijo se adelantarán los estudios y diseños para hacer la gestión ante Invías y el Gobierno Departamental ya que advirtió que reparar la batea no acabaría con el problema.