Jorge Luis Salcedo Restrepo
Cuando uno nace en una familia bien educada y de buenas costumbres, lo mínimo que se recibe es buen ejemplo, el cual se irradia hacia la gente que está en nuestro entorno, bien sea personal o laboral, ganándose así el respeto de la sociedad. Ese respeto y buenas costumbres se proyectan laboralmente haciendo que todo el equipo sea ganador, no sólo económicamente sino también en imagen empresarial.
No se necesita haber nacido en una cuna de oro, por el contrario, a veces, el hijo de un campesino criado con amor da mejores frutos a la sociedad, sin que el joven salga un resentido o un revolucionario. Hoy mi artículo va dirigido al buen ejemplo y a las buenas costumbres, al igual que a una justicia sin privilegios y equitativa para todos los ciudadanos.
El campanazo nos lo metió aquel quién algún día vendió la idea a los colombianos que la vida es sagrada, ahora nosotros los colombianos le decimos a él que el buen ejemplo, las buenas costumbres y la decencia son sagradas, al igual que la ética y el respeto por los demás. Antanas Mockus en toda la parte principal de la plenaria del Senado, delante de todos los demás parlamentarios y delante de los millones de colombianos, en franja familiar, decidió bajarse los pantalones para mostrar sus feas nalgas a modo de protesta porque los parlamentarios hablaban como en costurero, haciendo sus componendas como es usual.
Este señor Mockus, quien presenta ya una demencia senil demostrada con su comportamiento absurdo y ridículo, además de grotesco, cree que puede callar a la plenaria de un congreso con éste tipo de maniobras.
Cualquier persona colombiana, o, ciudadano de bien, que incurra en una violación al código de policía, como lo hizo Mockus, le cae todo el peso de la ley con multas y las consecuencias obvias de no pagarlas.
Pienso que existen muchas maneras de llamar la atención a la plenaria del Senado, sin tener que acudir a estos mecanismos. Ahí se tiene que demostrar la creatividad, que al parecer éste señor no la tiene por un deterioro severo de sus neuronas.
Ahora sí, ya que llegó ilegalmente al Senado, pues al C.N.E. le dio atortole aplicar la ley que se le aplica a otros, que por lo menos no vaya a hacer el ridículo en cambiar el escudo del partido verde por partido del viejo verde, como ha salido en tantos nemes.
Qué pena con los gobiernos y periodistas extranjeros, mostrar la posesión de unos Senadores que vienen sin ser juzgados, a acompañar a un Senador “ilegal” mostrando la cagadera.