Santafecito lindo, se ha caracterizado por ser el equipo de los cachacos rolos…puros rolos. Santafecito lindo, se ha caracterizado por ser el equipo de los cachacos rolos…puros rolos. Yo soy un cachaco “opitizado” aunque no se me quita el acento y se me salen las roladas cuando hablo. Pero como habitante del Huila hace mas de 30 años tomo del pelo y hago mis lenguajes opitas cuando oigo a un campoalegruno, yaguareño o a muchos campesinos del Huila y del mismo Neiva. Me divierte eso y me alegra la vida oír a alguien con un acento de cualquier parte del país incluyendo a los santandereanos, costeños (divertidos por cierto), chocoanos y obviamente a los paisas, tierra de donde es mi madre. El duelo de rolos y pastusos será de nervios de punta. Pues los dos equipos son muy buenos. Tengo la sensación del estómago vacio y me siento ansioso, pues hace 37 años (los mismos que llevo en el Huila) mi equipo del alma no es campeón, pero siempre ha estado dando la pelea en los primeros puestos. Ya tengo 3 hijos y 3 nietos grandes y no he podido lograr que vean que su padre y abuelo estar feliz futbolísticamente, ni verlos felices por ver campeón al equipo de su padre y abuelo. Y no quiero irme a la tumba sin ver a mi Santa Fe nuevamente campeón y poder botar de emoción y felicidad unas lágrimas de cocodrilo grandes, que tengo presas en mi corazón. Algún día fui a un partido de Santa Fe – Huila, en el destartalado estadio Plazas Alcid, hace muchos años. Había pagado occidental preferencial en la parte media de la tribuna que era el mejor sitio para una buena visual. Creo que era el primer partido entre rojos y opitas. Yo estaba haciendo fuerza a mi Santa Fe ese día, pues de resto se la hago al Huila, cuando de pronto vino el primer gol de Santa Fe y salté de emoción; brincaba, brincaba y gritaba goool… De un momento a otro me dí cuenta que estaba en el lugar equivocado como la casita roja de un banco… todo el mundo volteo a mirarme y me sentí señalado, como culpable, viendo las caras de rabia y madrazos que me gané ese día. ¡Que oso!, lo peor de todo fue que voltee a mirar a las cabinas de las emisoras y a los locutores quienes también me miraban como un diablo con ira y dolor; me señalaban como un criminal. Tenaz, fue una experiencia que nunca más quisiera repetir. Sin embargo, la repetí y me fue peor. Hasta ahí fui. Pues siempre hacía el oso. Animo Santafecito del Alma, esta vez seremos campeones. ARUZ1950@YAHOO.COM.CO