El Huila acaba de sumar un caso más a la lista de escandalosos fraudes que han socavado el erario en los diferentes municipios del departamento.
Si a muchos les escandalizaron los robos en las tesorerías de Paicol, Baraya, Villavieja y en el Hospital ‘San Carlos’ de Aipe en los últimos años, lo que acaba de pasar en la tesorería de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva merece el repudio total.
El tesorero, Abiuth Laguna Rengifo, junto con un auxiliar contable, habrían aprovechado la pandemia para recurrir a toda clase de maniobras fraudulentas y saquear las arcas de Las Ceibas que se nutren con el pago mensual de los neivanos en agua, alcantarillado y aseo. El fraude se ha tasado preliminarmente en $110 millones, pero es probable que con el pasar de los días, la suma pueda subir.
Lamentablemente, el caso de Laguna Rengifo, quien en la campaña del hoy alcalde Gorky Muñoz fungió como promotor, ratifica la patología de algunos que al llegar a cargos públicos lo ven como una oportunidad para enriquecerse a costa de las necesidades de los más indefensos.
Los neivanos y huilenses en general no pueden ser tolerantes con los corruptos. Lamentablemente, los deshonestos aprovechan las fallas en los controles, la cultura de la ilegalidad y la permisividad social para enquistarse en el poder y seguir haciendo de las suyas. “Una sociedad más fuerte, vigilante y empoderada estará inmunizada contra la acción de los inescrupulosos. También una institucionalidad más efectiva en la investigación y sanción de los delincuentes garantizará que la sociedad desarrolle los anticuerpos para vencer la amenaza. Esa es la epidemiología de la corrupción”, dijo el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo.
Es urgente que la sociedad neivana siga vigilante y que los organismos de control –Contraloría, Procuraduría y Fiscalía—investiguen y castiguen a los responsables.
“Lamentablemente, el caso de Laguna Rengifo, quien en la campaña del hoy alcalde Gorky Muñoz fungió como promotor, ratifica la patología de algunos que al llegar a cargos públicos lo ven como una oportunidad para enriquecerse a costa de las necesidades de los más indefensos”