Dicen que el concepto de vergüenza ajena sólo existe en nuestro país y que en el resto del mundo no pueden comprender que alguien sienta una enorme incomodidad interior por las acciones de otro. Dicen que el concepto de vergüenza ajena sólo existe en nuestro país y que en el resto del mundo no pueden comprender que alguien sienta una enorme incomodidad interior por las acciones de otro. Una serie de acontecimientos recientes unos, que desafortunadamente involucran a huilenses, generadora de esa enorme incomodidad interior, y perturban la posibilidad de la presencia de huilenses en altas dignidades del Estado, porque últimamente nos estamos caracterizando, por aparecer en las grandes ligas nacionales, como protagonistas de primer orden, precisamente por lesionar los intereses de la sociedad con sus actuaciones, y generando desconfianza, parodiando a Tomas Carrasquilla. Casos muy conocidos que estremecieron al país, de ingrata recordación además, los episodios liderados desde la presidencia de la Corte, que generó desde allí una desestabilización institucional, que de pronto estamos viviendo de alguna manera los coletazos de esos acontecimientos nefastos, que generó una guerra inmisericorde contra el Presidente Uribe y sus amigos, a tal punto que se comenta que muchas actuaciones judiciales son la consecuencia de esa guerra y no del material probatorio allegado al proceso, la decisión del magistrado huilense ahijado del entonces presidente de la Corte, que como Pedro lo negó varias veces, y posteriormente, un medio de comunicación mostró el documento, donde efectivamente prueba la calidad de padrino de su matrimonio, documento que además tengo en mi poder, luego, la decisión de condena al coronel Plazas Vega, donde se le pide a las instancias penales internacionales se investigue el actuar del Presidente Betancur, después de tanto años de haber sido absuelto por el juez competente, sin que para la época existiera el Tratado de Roma, con desconocimiento del derecho, sino dejando entrever una conducta insaciable en esa guerra infernal contra toda la institucionalidad. En el reciente atentado contra el ex ministro Fernando Londoño Hoyos, cumbre de la inteligencia de este país, aparecieron, al decir de los medios, nuevamente huilenses involucrados en estos detestables episodios, con artefactos explosivos, que según informaciones hacían parte de esos cruentos acontecimientos, desde luego, sin importancia para la veleidad teórica de leseferistas, que poco o nada les importa la lucha contra el terrorismo. Y como si fuera poco, me entero ahora, por los mismos medios, el haberse orquestado en Neiva, todo el plan terrorista que debería concluir supuestamente en cegar la vida al Alcalde de Bogotá y la ex senadora de marras, protagonista especial de encuentros en el exterior con los narcoterroristas de las Farc. Por fortuna, la inmensa mayoría de los huilenses, pese a tener como seres humanos muchas limitaciones, debemos luchar, para que esa imagen tan deteriorada que tenemos, adquiera otras connotaciones, y nos hagamos acreedores a la confianza legítima, que nos heredaron nuestros mayores.