Esperanza Andrade
El pasado lunes, en la Comisión Primera de Senado realizamos un foro para escuchar voces a favor y en contra del proyecto que pretende reconocer la existencia legal del ser humano desde la concepción, del que soy coautora y ponente. Mi gratitud a los más de 80 participantes, con intervenciones técnicas, científicas, médicas, éticas y religiosas, que resumo para ustedes.
“No reconocer a los vulnerables como personas es un factor común de discriminación y deshumanización en los peores momentos de la historia”[1]. “El ser humano que se crea con la unión entre el espermatozoide y el óvulo es único e irrepetible y cuenta con un ADN diferente del de su papá y su mamá. “Una vez ocurrida la concepción hay un ser humano que se desarrolla y su proceso no se termina hasta la muerte natural”[2].
“Nosotros ya consideramos al embrión, al feto, un individuo único sujeto de derechos. Hacemos cirugías para corregir enfermedades in útero, en las que les damos anestesia al feto porque sabemos que es un individuo diferente de su madre. Consideramos al concebido un sujeto y un paciente.”[3]. “El desarrollo humano comienza cuando la fusión del espermatozoide-óvulo genera el cigoto o embrión unicelular. Esta célula tiene una nueva composición genética”[4] “Cuando la madre apenas nota su embarazo, ya hay circulación de la sangre, ya hay neuronas, ya se están desarrollando los órganos y el corazón. A las 3 semanas ya está latiendo.”[5]
“El principio Pro Homine exige que, incluso, si afirmamos que hay diferentes teorías para sustentar el comienzo de la vida, estemos por la posición que sea más protectora. En este caso nos exige, que, ante la duda, aunque no la hay, estemos por la posición que impida que la persona sea instrumentalizada”[6]
“La ciencia afirma con evidencia que no existe etapa del desarrollo que distinga entre embrión y persona humana. Se es persona desde la fase embrionaria”[7] “La existencia legal de la persona humana no puede ir en contravía a lo que la Biología Molecular y Celular han dilucidado hasta la actualidad. El ser persona está intrínsecamente relacionado con el ser biológicamente humano. La identidad biológica es signo de la identidad de la persona. Es evidente que no existe etapa en el desarrollo que distinga entre embrión y persona humana”[8].
Con fe y esperanza, confiamos que el Congreso haga cumplir la jurisprudencia que protege a los niños desde su concepción y apruebe nuestra iniciativa, porque la deuda con la infancia colombiana cada día crece más. “Seguiremos siendo la voz de los que aún no tienen voz”.
[1] Andrés Cano, Director de Investigación Jurídica de la Fundación Conciudadanos.
[2] Pilar Calva Mercado, Médico Especialista en Génetica y Subespecialista en Citogenética.
[3] Kemel Ghotme, Neurocirujano Pediatra e Investigador en Neurociencias.
[4] Dra. Maureen Condic, Profesora de Embriología de la Universidad de Utah por más de 20 años
[5] Dr. Rafael Ortín, Médico Pediatra Español, Experto en Bioética
[6] Alejandro Williams-Becker, abogado Argentino Ma. en Bioética:
[7] Dr. Vicente Carmona, Ginecólogo y Obstetra, Presidente de la Fundación Colombiana de Ética y Bioética
[8] Carolina Rojas, Ginecóloga y Obstetra, Directora de Ginecólogos por la Vida.