El comentario de Elías
Jorge Guebely
Lo llamaban Jesús. Luchaba contra los fariseos de su época, los señores del poder: los escribas, los doctores de la ley, los burócratas de una iglesia decadente. Combatía sus mentiras, sus trampas, sus jugaditas que tanta degradación causan al ser humano.
Vieja confrontación tan actual. Allá, los fariseos hablaban de Dios, pero no lo amaban; acá, hablan del pueblo, pero lo desprecian. Allá, ellos odiaban el juramento sencillo, pero adoraban el juramento adornado con oropeles. Acá, espuma es toda promesa ante los pobres, pero diamante ante los ricos.
Viejo fariseísmo tan actual. Lo practica el hoy fiscal de la nación. Sumiso y solícito se desplaza al Ecuador aportando pruebas fehacientes sobre la injerencia en las elecciones ecuatorianas. Pruebas obtenidas en el computador de alias Uriel, guerrillero de mando medio del ELN que actuaba en el Chocó, lejos de la frontera con Ecuador, según Ariel Ávila. Fariseo su mensaje de respeto en los asuntos internos de un país interviniendo en los asuntos internos de ese país. El cinismo puro de ver la paja en el ojo ajeno…
Artificio político que sólo esconde las intenciones de sembrar dudas, desorden, incluso, invalidar el resultado electoral. Anular el triunfo del candidato, Andrés Arauz, por no profesar el dogma de la extrema derecha colombiana. Que sirve para internacionalizar el conservatismo extremoso nacional. Otra jugadita, estrategia obsesiva del Centro Democrático, origen de la vergonzosa celebridad del senador huilense, Ernesto Macías.
Fariseísmo del Centro Democrático que aparenta una moral inexistente. Se opone a la intervención electoral en el Ecuador, pero interviene en la de los Estados Unidos promoviendo descarada campaña por uno de los peores presidentes de norte-américa. Fariseísmo cínico del gobernó Duque que lucha por la transparencia electoral del Ecuador, pero monta sucia parafernalia diplomática para derrocar la dictadura venezolana por no ser su dictadura. Vergonzoso fariseísmo tercermundista que simula independencia, pero actúa sumisamente, servilmente, ante cualquier presidente de los Estados Unidos. Oscuro demonio disfrazado de ángel
Luchaba Cristo contra los fariseos del poder, contra la hipocresía de los mandones, contra el fraude de los torcidos burócratas estatales. Burócratas que, según Mateo, semejaban y semejan sepulcros blanqueados: “…por fuera parecen realmente vistosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y toda la inmundicia”. Poderosa podredumbre liderando el destino de los pueblos. Horrendo fariseísmo del poder pos-moderno, el peor enemigo de los seres humanos en la tierra.
Lucha vigente después de veintiún siglos. Prueba fehaciente de que las ciudades cambian, el transporte cambia, hasta las enfermedades cambian, menos la patología del poder.