La Nación
Villa Magdalena, 17 años después 1 28 marzo, 2024
EDITORIAL

Villa Magdalena, 17 años después

 

El viernes pasado, se conmemoraron 17 años de una de las peores tragedias que ha sacudido a la capital del Huila: el atentado terrorista en el barrio Villa Magdalena, IV etapa, en el norte de la ciudad.

La guerrilla de las Farc –hoy convertida en partido político tras dejar las armas– pretendía asesinar al entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, y se ideó un plan demencial para derribar el avión presidencial a su llegada a la ciudad de Neiva, atestando una casa en Villa Magdalena llena de explosivos. Sin embargo, la Policía descubrió la macabra intención y ubicó el lugar. Los terroristas, al verse sorprendidos, activaron la casa. Hubo 16 muertos, entre ellos 9 policías, la fiscal que dirigía la diligencia y seis civiles. 66 personas más resultaron heridas. La poderosa onda explosiva dejó cuatro viviendas totalmente destruidas y 74 más afectadas.

Todo eso ocurrió el 14 de febrero de 2003. LA NACIÓN sacó una edición extraordinaria ese mismo día bajó el titular: ¡Horror! En efecto, eso fue lo que vivió Neiva ese día, una jornada de horror, que 17 años después no se olvida.

El presidente de la junta de acción comunal de Villa Magdalena, Misael Lizcano, tiene una reflexión impactante sobre estos 17 años: “La guerra en Colombia está estratificada, según el lugar donde explote una bomba, así mismo le prestan atención. Incluso representantes de las Farc, como Timochenko, han pedido perdón en otros lugares, a otras personas, pero a nosotros no nos escuchan, las Farc nunca se ha manifestado reconociendo su error, esto nos ayudaría mucho para continuar”.

En ese orden de ideas, los victimarios aún no piden perdón. Y como si fuera poco, el Estado se olvidó por completo de los afectados. Así resulta más difícil sanar las heridas de la guerra.

 

“LA NACIÓN sacó una edición extraordinaria ese mismo día bajó el titular: ¡Horror! En efecto, eso fue lo que vivió Neiva ese día, una jornada de horror, que 17 años después no se olvida”