Esta es una época propicia para evocar a uno de los compositores, considerado una leyenda viva de la música colombiana, recorrió el mundo difundiendo las más hermosas canciones como expresión de nobles sentimientos y belleza exuberante de nuestro país Esta es una época propicia para evocar a uno de los compositores, considerado una leyenda viva de la música colombiana, recorrió el mundo difundiendo las más hermosas canciones como expresión de nobles sentimientos y belleza exuberante de nuestro país, divulgó con maestría en todos los rincones de la patria un legado musical, de la cual nos sentimos orgullosos, el maestro Jorge Villamil Cordovéz, es recordado por canciones como Oropel, Espumas, Llamarada, Los guaduales, Al sur, Viejo Tolima, El Barcino, Se murió mi viejo, Amor en sombras, La Zanquirrucia. A través de su historia de vida, narró que hubo momento de notable baja en la producción cafetera en la legendaria Hacienda del Cedral, el deterioro del orden público, los obligo a dejar a un lado la tierra de sus ancestros, este paraje le sirvió de inspiración al bambuco la Hacienda del Cedral, donde con nostalgia rememora el “Viejo y amplio caserón, de recuerdos tan queridos, donde los cercos de piedra y añosos troncos de sauces duermen en silente olvido”. Inmortaliza esos momentos esplendidos de su vida en ese lugar tan hermoso, cuando menciona: “Vieja Hacienda del Cedral, te llevo yo en mi cantar, te llevo yo en mi recuerdo, en esta tierra nací, en ella también viví y en ella quiero mi entierro”. Su fuente de inspiración también fue los amores y desamores, una decepción dio origen al pasillo Espumas conocido en varios países de América, vale la pena recordar, según el estudio realizado por el periodista Vicente Silva Vargas, que esta canción emblemática a demás de alcanzar transcendencia internacional, junto a la Pollera colorá, Pueblito viejo, Llamarada, constituyen las canciones folclóricas más representativas de Colombia. El pasillo Espuma interpretado magistralmente por Nocturnal Colombiano y Oriol Rangel, la Filarmónica de Bogotá y le ha dado la vuelta al mundo por cuenta de la orquestas de los Franceses Frank Pourcel, Raymond Lefebvre, y Jean Michelle Caravelli. El humor, la sátira picante y la crónica también estuvo presente en muchas de sus canciones. En 1964 Jorge Villamil, hizo gala de su especial capacidad de cronista musical al componer el Sanjuanero El embajador, relata las sucesos de Jaime Torres Holguín, el personaje que se dio el lujo de engañar a la alta sociedad neivana presentándose como supuesto embajador procedente de la India, a quien le rindieron todos los honores de un diplomático. Como compositor recibió importantes distinciones de diferentes instituciones colombianas durante su fructífera carrera artística, un ejemplar legado deja a las futuras generaciones con su inmensa obra musical. El Huila todavía esta endeuda con el maestro Jorge Villamil