La Nación
Visitas a Tierra Santa 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Visitas a Tierra Santa

Obert Alejandro Ortiz R

 

Por estos momentos cuando estamos saturados, aunque también preocupados, para otros polarizados, sobre la actual campaña presidencial, nada mejor que dejarse llevar por la lectura de la reciente publicación de monseñor Libardo Ramírez Gómez titulada: Huellas de visitas a Tierra Santa en Obispos Huilenses”. No constituye un libro que haya sido best seller en la última feria del libro de Bogotá, pero sí un texto único, el cual es necesario que todos los intelectuales de este departamento, por su especificidad, lo adquieran y se deleiten con su contenido, pues da cuenta de las experiencias vividas, apreciaciones sentidas y luego consignadas tanto por monseñor Esteban Rojas Tovar (1907) como de Monseñor Ramírez (1959) en sus visitas efectuadas a Tierra Santa.

Emocionante, por no decir apasionante, la humildad con la que Monseñor Ramírez, presenta su obra: “Pasados los años, en esta época de mis avanzados noviembre y año jubilar de mi episcopado, libre de cargos administrativos he tenido la posibilidad de hacer publicación de estos escritos. Reconozco, de una vez, la superioridad de las páginas de mi predecesor en el episcopado, pero mi aporte es de feliz perseverancia en similar anhelo de seguir a Jesús, y difundir el significado y grandeza de su infinito amor hacia los humanos, en su vida, pasión muerte y resurrección en Palestina”. No sólo ilustra la vida tanto de Monseñor Rojas, sino del mismo Monseñor Ramírez. Ello, despierta admiración sobre sus vidas consagradas en el sacerdocio. Indiscutiblemente, unos ejemplos de templanza para los actuales tiempos, de debilidad. Al entrar en la lectura, es devolverse casi 120 años en la visita de Monseñor Rojas que partió de Mesina (Italia) el 27 de junio de 1907 y culminó sus 28 días en Roma.

La narración de esos detalles de interés, personajes, lugares, piadosas tradiciones, reflexiones espirituales y teológicas lo hace a uno emocionar y sumergir, no sólo en el tiempo, sino en la imaginación de sentirse viviéndolas en el presente. Al menos, soñar en hacer este recorrido.

Por su parte, Monseñor Ramírez, nos recuerda esa inigualable experiencia consignada de los detalles especiales, lugares santificados visitados alusivos a la adorable presencia del hijo de Dios hecho hombre, su gestación en el seno de la Virgen María hasta su despedida de los discípulos en la ascensión y en envío a llevar la buena nueva a todas las naciones, con la fuerza del espíritu santo, habiéndolo recibido el día de pentecostés cuando con fervor y entusiasmo salen a presentar esta historia y mensaje de salación y que han sido acogidos por gran parte de los humanos a través de los siglos. Su gran reflexión: “Fueron estos nuevos viajes un revivir de mi visita a los Sagrados Lugares en 1959, algo siempre emocionante y de grande fruto espiritual. Un honor este regalo allegado a mi casa y mensaje de quien llamo siempre mi padrino: “Que estas huellas complementen sus recuerdos de este padrino que se alegra de su bienestar con toda su familia. Los llamados y testimonios de Jesús, María y José nos lleven a culminar nuestras vidas según su voluntad.” Gracias Mons. Ramírez