Voto en blanco no es opción. Por Raúl Eduardo Sánchez

El dedo en la llaga Hablando este fin de semana con un amigo del colegio, él me decía que estaba inclinando a votar en blanco, le mencioné las virtudes del candidato Carlos Mauricio Iriarte, ante lo que me riposto que efectivamente tendría muchas cualidades, pero el problema son los que están detrás dándole el apoyo. Por convicción creo que el voto en blanco no es la solución. Pensemos que llegase a ganar esta especie de “castigo” democrático. El Huila seguiría en interinidad y a pesar de las buenas intenciones del Gobernador encargado, pues siempre será un gobernador temporal. Si gana el voto en blanco implicaría que tienen que convocarse a nuevas elecciones, impidiéndose que el candidato Iriarte vuelva a presentarse y en esta ocasión, quienes lo apoyaron pues buscaran a otro para darle su respaldo. Así las cosas Géchem, Villalba, Hernán Andrade o Chávarro, impulsaran a otro político para disputar la gobernación, por lo que aquellos que denigraban de los respaldos de Carlos Mauricio pues  tendrán en cuerpo ajeno esos mismos soportes, no se nos olvide que Cielo, Luis Jorge, Jaime Bravo, es decir, los anteriores gobernadores tuvieron el respaldo de los mismos que hoy critican, entonces sería cambiar a un candidato bueno para no cambiar el sistema. Un tercer factor adicional se da, cuando no hay una continuidad en el tiempo de los gobernantes, los proyectos no tienden a desarrollarse ni a planear a largo plazo, precisamente porque no habrá esa continuidad. En cuarto lugar si se prolonga la elección, significaría que en tres meses contados a partir de mayo, tendrían que convocarse a nuevas elecciones y el solio departamental seguiría en el camino de la transitoriedad de las obras y proyectos. En términos de ejecución presupuestal está demostrado que los departamentos o municipios en estas situaciones quedan con grandes excedentes de tesorería, esto en perjuicio de la inversión social. Sé que a muchos o no les gusta el candidato o sus apoyos, pero la verdad creo que Carlos Mauricio sería una buena opción y podría darle gerencia en lo que resta de su periodo al departamento. Si no nos gusta como gobernador hay mecanismos para realizarle control político, judicial y ciudadano, pensemos en la revocatoria, o instaurar las denuncias antes los organismos de control, o dejar de votar por sus “apoyos”, en fin una serie de medidas, pero por lo pronto creo que el voto en blanco no es una opción y las calidades personales, políticas y profesionales de Carlos Mauricio Iriarte lo harían un buen gobernador.