La Nación
EDITORIAL

Vuelve y juega

Los neivanos parecen estar condenados a soportar ver por toda la ciudad los denominados “elefantes blancos”, que no son otra cosa que monumentos al despilfarro y a la desidia estatal, obras inconclusas, hechas a medias y que no le sirven a nadie.

A casos escandalosos como el del Eje Lúdico de la Avenida 16, la Torre Materno-Infantil del Hospital de Neiva, el Parque Isla y la remodelación del Estadio “Plazas Alcid”, se suma ahora el Caimi de la comuna 9, ubicado exactamente en la calle 64 con avenida 26, en la vía a Alberto Galindo, en el norte de la ciudad.

Se trata del Centro de Salud Integral Materno, una obra concebida en el gobierno del alcalde, Héctor Aníbal Ramírez, con la idea de reducir los altos niveles de mortalidad materna y neonatal. Iba a contar con bloques en los que se prestarían los servicios de urgencias, ginecobstetricia, farmacia, imagenología y hospitalización. Contaría con 25 camas para adultos y niños.

Fue contratada a un costo cercano a los 6 mil millones de pesos. Los trabajos tuvieron toda clase de tropiezos y en el Gobierno de Pedro Suárez fueron paralizados por completo.

6 años después y como era de esperarse, el Caimi, cuya necesidad fue planteada en su momento como urgente, registra las secuelas del abandono: fisuras en las placas de los pisos, en los accesos y deficiencias en los acabados.

Para rematar, el deseo de la Administración de Rodrigo Lara Sánchez de terminar lo más pronto posible esa obra se desvaneció, luego que la licitación con ese propósito fuera declarada desierta. Una inconsistencia en los documentos aportados por el único proponente afectó el proceso licitatorio.

Muy triste que los neivanos sigamos asistiendo a este tipo de espectáculos que quitan la respiración y podrían ser un reflejo o esbozo de los excesos y desvaríos del poder.
 

“Muy triste que los neivanos sigamos asistiendo a este tipo de espectáculos que quitan la respiración y podrían ser un reflejo o esbozo de los excesos y desvaríos del poder”.

 
EDITORIALITO:

Un enorme reto tienen las autoridades de hacer cumplir desde este 30 de enero el nuevo Código de Policía.