Arrancó el año con muchas expectativas, después de pasar por un convulsionado periodo centrado en los ‘tira y afloje’ del Gobierno con la oposición por cuenta del proceso de paz, que finalmente se terminó firmando con Premio Nobel de por medio.
Lo que viene es otra cosa, en medio de discusiones varias, el Congreso aprobó la que ha sido considerada la Reforma Tributaria más regresiva de los últimos tiempos que tiene ‘caldeados’ los ánimos de las clases populares, sumándose a ello el aumento de apenas 48.262 pesos del salario mínimo.
En ese orden de ideas, es necesario que los ciudadanos empiecen el Nuevo Año cuidando el bolsillo, y más después de los gastos decembrinos. De la Reforma Tributaria, la expectativa se cierne en si de verdad valdrá la pena tanto esfuerzo.
Los precios que pagamos el último día de 2016 se fueron a las doce de la noche del 31 de diciembre. Y eso es muy importante que lo tengamos en cuenta, con calculadora en mano.
Y es que este 2017 estará marcado por cómo se implementará lo acordado en La Habana con las Farc, además del arranque de las campañas políticas que seguramente oscilarán sus propuestas entre guerreristas y pacifistas y algunos pregonarán el tan entonado tema de la corrupción, que lo ‘cantan’ a gritos pero que finalmente ‘desafinan’, cuando se dejan tentar por ella.
No será un año fácil, hay que tomarlo con calma y paciencia, porque esto apenas comienza, por lo que a la hora de tomar decisiones hay que analizarlas detenidamente, para no equivocarnos.
En el ámbito regional y local a los mandatarios se les acabo el tiempo de empalme, llegó la hora de las realizaciones. Ya no se admitirán más disculpas, la gente quiere menos verbo y más acción. Tanto el Huila como Neiva enfrentan marcadas problemáticas sociales.
Finalmente, en medio de todo, hay que ponerle positivismo a nuestras labores diarias y a los proyectos que emprendamos.
El Congreso aprobó la que ha sido considerada la Reforma Tributaria más regresiva de los últimos tiempos que tiene ‘caldeados’ los ánimos de las clases populares
EDITORIALITO
Los índices de quemados por pólvora en el fin de año disminuyeron frente a las cifras de 2015.