La Nación
Y los asesinos, ¿qué? 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Y los asesinos, ¿qué?

Francisco Argüello

 

Entiendo que es muy pronto para dar resultados, pero Neiva está en mora de conocer quién asesinó de una puñalada en el cuello a José Valencia, el médico fallecido en la madrugada del sábado pasado. Entiendo que es prematuro para dar resultados, pero debería ser prioridad para la fuerza pública. No es que la delincuencia esté disparada. El rollo es la inoperancia de una policía que cada vez parece incompetente y de pocos resultados. Los padres de José- como los de los demás jóvenes asesinados-, tienen que saber quién mató a su hijo. No le retornará la vida, pero al menos sentirán la tranquilidad de que el asesinato, del que difícilmente se repondrán, no quedó impune. Y de paso, sentiríamos la tranquilidad de que el miserable asesino está tras las rejas. Ningún crimen es más o menos que los otros, pero el responsable debe podrirse tras las rejas.

Eulises, su padre, no invirtió en la educación y formación de su hijo para que un asesino acabara con él una noche. Y lo peor, por un celular. ¿Es real que se entregaron dos hombres y luego dejaron en libertad? ¿Por qué? ¿Entregaron información del homicida? ¿Quién es ‘La Garza’, ‘El Conde’, ‘Pinki’ y ‘La Chilaga’ de los que siempre han hablado, pero jamás se han mostrado? Entiendo que hay avances en las investigaciones que no se pueden delatar antes de lograr el objetivo, pero el homicida tiene que tener claro que caerá, lo encontrarán, y la justicia no titubeará en una condena en su contra. Al fin y al cabo, Neiva es una ciudad pequeña y debe haber un criminal que lo delate. Una captura y una condena enviaría un mensaje de tranquilidad a los neivanos porque al menos, uno de los tantos asesinos que andan sueldos por las calles buscando a su presa, estará tras las rejas. La policía tiene claro cuáles son las bandas de atracadores en la ciudad y sino es así demuestra lo mal que está en inteligencia. Por esto, seguramente se está dejando ganar espacio: en la noche del sábado cuatro hombres en moto atracaron un bar y le propinaron tres puñaladas a uno de sus clientes por robarle el celular. El asalto ocurrió en el barrio Calixto, a siete cuadras donde asesinaron ocho días atrás a José Valencia. Es decir, los atracadores no se inmutan. Se burlan de la fuerza pública y la ciudadanía.