La Nación
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80 años, Por Guillermo Plazas Alcid

Tuve el honor de asistir a la histórica celebración de los 80 años de la Cámara de Comercio de Neiva. Tuve el honor de asistir a la histórica celebración de los 80 años de la Cámara de Comercio de Neiva. Por el rango de los personajes que presidieron la ceremonia inaugural, y la entusiasta comunidad que los acompañó, puede afirmarse que el referido encuentro se cumplió decorosamente. Todo en orden. Se escuchó un mensaje diáfano y propositivo, de quienes en buena hora, hicieron uso de la palabra, empezando por las de su Director Ejecutivo Dr. Ariel Rincón Machado, y las del Presidente de su Junta Directiva, Dr. Diego Ospina Duque. Pero la celebración continúa en las diferentes Ciudades del Departamento, decisión afortunada, porque dice muy a las claras, que la descentralización de la Cámara de Comercio de Neiva, no es una frase al vacío, sino una perceptible y verificable decisión institucional. Conviene La Renovación.- Se percibe preocupante parálisis en el civismo regional. Estamos aletargados y de espaldas a las urgencias comunitarias. Nos estamos entregando peligrosamente al abandono e indiferencia por las causas que a todos debería interesar. Ojalá yo esté equivocado, pero es lo que percibo aquí y allá. Conviene, entonces, reflexionar profundamente y actuar apropiadamente. Cuanto antes, tanto mejor. Quizá en la primera semana de Febrero de 2013, deba realizarse la Asamblea General de Pioneros, convocada por el consejo de promotores de la fundación tierra de promisión. Este debe ser foro amplio, donde cada quien diga lo que considere procedente y de utilidad colectiva. A partir de Enero de 2013, se iniciará la gran cruzada por un Huila deliberante y actuante, donde la oportuna palabra sea proseguida por la acción solidaria. Y es en este escenario, donde precisamente, urgen el mensaje convincente y la acción edificante. Si como se percibe hay tantas cosas por hacer, ¿Por qué no intentarlo de inmediato? Aspiro, sinceramente, a que la Fundación para la Enseñanza y Promoción de los Oficios y las Artes Tierra de Promisión, se constituya en escenario propicio, o por lo menos coadyuvante de la acción renovadora. Y a propósito: los líderes académicos, que por fortuna tenemos, ¿Por qué no concertarse, para deliberar, definir e impulsar empeños comunes? Hablo desde la calle, e invoco las gentes del común, con la esperanza de que uniendo nuestras debilidades individuales, podamos en conjunto realizar empeños de beneficio comunitario. Pregunto: ¿Dónde está ahora-mismo, y qué hace, nuestra juventud?