La Nación
Ni socialismo ni neoliberalismo 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Ni socialismo ni neoliberalismo

Rodolfo Valderrama

 

Dados los profundos cambios que el devastador Covid-19 está ocasionando en los aspectos  políticos, sociales y económicos en todo el mundo, ya se están perfilando análisis tendientes a evaluar la pertinencia del modelo de desarrollo.  Tradicionalmente hemos tenido dos sistemas capitalismo y socialismo, este último solamente lo practican, con sus respectivas variantes, Cuba, China, Vietnam, Corea del Norte y Laos, porque Venezuela es una anarquía.  Dentro del capitalismo podríamos caracterizar dos extremos el Intervencionismo que surgió durante la Gran Depresión de la década de 1930, caracterizado por un Estado fuerte, con una nómina oficial alta, en el otro extremo el neoliberalismo donde las funciones del Estado son mínimas y baja proporción de empleo público; la mayor parte del empleo lo proporciona el sector privado principalmente informal, se supone que opera la libertad de mercado y en lo político la democracia.

 

Durante la década de 1970 imperaba el modelo intervencionista, pero varios factores contribuyeron a su desaparición tales como el acelerado crecimiento poblacional con relación a los recursos, especialmente en   países subdesarrollados, también se elevó el monto de la deuda externa y la inflación; otro factor fue el abuso del sindicalismo en cuanto a sus peticiones, además en varios países aumentó el  desempleo; esto fue aprovechado para desacreditar al Estado y revivir el liberalismo clásico (neoliberalismo), aunque se aducen muchas razones para desmantelar al Estado y transitar hacia un nuevo modelo económico, realmente lo que se buscó por parte de la banca internacional fue garantizar el pago de la deuda, razón por la cual  se impuso a los países subdesarrollados condiciones fiscales contraccionistas para que “ahorraran” cada vez más y poder cumplir el creciente compromiso internacional;  los países endeudados debieron restringir los  gastos sociales, reflejado en reducción del empleo formal, público y privado y en el presupuesto de seguridad social;  a su vez el empleo y actividades informales se incrementaron notoriamente.

 

Tratándose de países subdesarrollados donde ha imperado la política neoliberal desde hace cerca de cuarenta años, estamos verificando las inmensas falencias de dicho modelo, pues la desigualdad, desempleo e informalidad dificultan  el cumplimiento de la cuarentena para la superación del grave problema de salud; el asistencialismo y las donaciones no compensan dichas falencias.  Esto obliga a revisar las políticas sociales y económicas y en general  los paradigmas neoliberales, sobre la base de que los extremos son perversos, es decir ni la imposición del socialismo o la continuación del capitalismo salvaje deben aceptarse.  Debemos pensar en un sistema que además de conservar la libertad tenga un sustento de verdadera justicia socio-económica; en el próximo escrito me propongo tratar lo referente al caso de Colombia. rodovaldi@hotmail.com