El “single sex” o educación diferenciada es una tendencia que está tomando fuerza a nivel internacional que indica que niños y niñas aprenden de forma distinta y maduran intelectual y emocionalmente a diferentes ritmos.
“La mujer y el hombre tienen un desarrollo intelectual, afectivo y corporal en diferentes tiempos. De tal manera que en los colegios donde se imparte este tipo de educación diferenciada, se ha logrado comprobar el nivel de eficiencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, teniendo en cuenta la diferencia de maduración de cada sexo. Esto a su vez permite que cada estudiante desarrolle sus aptitudes o habilidades, hábitos o actitudes de acuerdo con sus características femeninas o masculinas”, explicó Alcalá.
La señora Alcalá Adrianzén orientó para los docentes que educan bajo este modelo, un taller teórico práctico con nuevas herramientas para atender en el aula de clase las diferencias de aprendizaje según el sexo.
“Con este taller se les permitió a los docentes identificar las estrategias para saber qué tipo de textos o actividades le van mejor a las niñas o niños, para que puedan atender a las necesidades de la educación diferenciada”.
Agregó que se construyen metodologías, prácticas y pedagogías al reconocer las diferencias biológicas, antropológicas y cognitivas de niños y niñas, con el fin de fortalecer la forma de aprender para adquirir un conocimiento pleno en igualdad de condiciones.