La Nación
“Derecho, política y sociedad” Suprimir la Corte Suprema de Justicia 1 30 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

“Derecho, política y sociedad” Suprimir la Corte Suprema de Justicia

Germán Alfonso López Daza*

La reciente medida de aseguramiento de detención domiciliaria ordenada por la Corte Suprema de Justicia en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez, generó duros pronunciamientos de políticos pertenecientes al partido de gobierno, quienes han lanzado todo tipo de propuestas dirigidas a defender a su líder, las cuales van desde suprimir dicha corte, hasta realizar una asamblea nacional constituyente.

El primero en mostrarse en desacuerdo con la constituyente fue el propio presidente Duque, pues considera que es un mecanismo muy complejo, siendo mejor centrarse en una reforma a la justicia.

Bajo este escenario se lanzó la idea de suprimir todas las altas cortes y unificar el sistema judicial de órganos de cierre, con la creación de un tribunal supremo único, tal como existe en los Estados Unidos.

La propuesta podría tener amplia acogida bajo los argumentos de simplificar el aparato judicial, la excesiva burocracia y principalmente los altos costos previstos en el presupuesto. En la actualidad existen 4 altas cortes: la Suprema, la Constitucional, el Consejo de Estado, la Comisión de Disciplina Judicial y la JEP. Todas suman en total 132 magistrados y mas de 50 mil millones en costos de funcionamiento.

Sin embargo, más allá del argumento económico, debe justificarse de forma razonada cual es el problema de tener todas estas cortes, pues no hay evidencia de que la congestión, el acceso y la morosidad sean consecuencia de este diseño. La congestión se soluciona nombrando más jueces de instancia y redistribuyendo tareas en las altas cortes, así como quitándoles funciones electorales para evitar componendas burocráticas y pérdida de tiempo en estos procesos.

De otro lado, dejar una corte única implica crear una super corte con inmensos poderes, además de tener que reformar todas las jurisdicciones y sus procedimientos.

En conclusión, si se va a reformar la justicia debe haber un diagnóstico claro de los inconvenientes para así plantear soluciones, y no abrir esta discusión como una represalia hacia la Corte Suprema de Justicia. (*Dir. Grupo Nuevas Visiones del Derecho – Universidad Surcolombiana).