Píter Bonilla Díaz
Me llamó telefónicamente el amable amigo, exdiputado del Huila Antonio Peña Parra, para decirme que Enrique Gómez Martínez, sobrino de Álvaro, el inmolado fundador del Movimiento de Salvación Nacional, cuya personería jurídica se restableció para retomar la ideología, el pensamiento, los principios fundamentales, lo que llamo Gómez Hurtado el talante conservador. Que es la más genuina doctrina de la derecha preconizadora de la autoridad y el orden, para que asumiera la candidatura por ese sector partidista a la Cámara de Representantes por el Huila.
Peña a renglón seguido dijo haberle manifestado que ante sus múltiples ocupaciones empresariales no podía aceptar su postulación. Que en ese caso interesaba a un sobrino suyo de nombre Joaquín Fernando Sánchez Peña, hijo del fallecido igualmente exdiputado presidente de la Duma seccional, médico Álvaro Sánchez Muñoz, y me pidió que si yo no tenía candidato para esa posición le hiciera el favor de ambientarla a través de mis escritos.
Apoyado en la seriedad y el prestigio de “Toño”, como le dicen a Peña Parra, quien para su pretensión me suministró el perfil de Sánchez, hice por las redes sociales la presentación de éste, ya como candidato.
Al tener conocimiento de su formación profesional como médico veterinario, catedrático, preocupado por los efectos devastadores del cambio climático en el ganado y de otros fenómenos de la naturaleza, que de igual manera impactan sobre la humanidad. Además de su inclinación por la ornitología, que como se sabe, es una rama de la zoología que se encarga del estudio de las aves en sus diferentes líneas de investigación como historia natural, ecología, distribución, los mecanismos para su conservación, entre otros.
Por lo anterior me agradó su perfil, sobre todo también porque desconoce las mañas, las triquiñuelas, zancadillas, los vicios. Lo que a la falsedad y manzanillismo la llaman “política”. En fin, la corruptela que por doquier acabó con la cultura moral y honesta de antaño.
Ante ello convoqué a mi residencia a un grupo de personas para que no solo lo escucharan, sino que le hicieran las preguntas que quisieran. Que por la necesidad de resolverlas tuvieran en él la receptividad para lo correspondiente.
Debo decir, sin exageración, que a pesar de tener en un principio tangencial conocimiento sobre las calidades de Sánchez Peña, su exposición en un variopinto de aspectos, no solo fue admirable, sino sorprendente. Y no es únicamente mi percepción. Lo es de los asistentes casi en su mayoría exigentes para esta clase de definiciones electorales.
De eso pocón, pocón hay ahora en la tierruca y hasta a nivel nacional desde pretéritos tiempos. ¡Cómo se añoran los de Luis Ignacio Andrade Díaz, Leonidas Lara, de su hijo Oliverio, Misael Pastrana Borrero, Guillermo Plazas Alcid, Felio Andrade Manrique, Héctor Polania Sánchez, David Rojas Castro, realizadores que como este último llevó el gas domiciliario a todas las casas a lo largo del departamento!
Entre otros temas dicho aspirante al ente cameral plantea la urgencia de la adaptación al cambio climático como oportunidad para el desarrollo del Huila. La conservación y uso sostenible de la biodiversidad, el desarrollo basado en la naturaleza y el turismo regenerativo como nuevo motor de desarrollo regional. Además de condenar la compra de votos, la entrega de dádivas y de otros sistemas de corrupción, razón por la cual la apatía ciudadana por los comicios parlamentarios y la ninguna aproximación de los elegidos a aspectos tan sensibles, son el fenómeno visible en la opinión.
Profesionales como la sicóloga Mónica Caro, el abogado y filósofo escritor Álvaro “Mao” Carrera, el ex alcalde de Neiva, ingeniero civil Víctor Perdomo Falla, el ex contralor General del Huila, Luis Humberto Tovar Trujillo y la comunicadora social Blanca Fanny Téllez Pineda, con sus preguntas y formulaciones, complementaron la agradable presentación en el inicio de la campaña proselitista de Sánchez Peña.
Este novel es consciente de que empezó tarde la cruzada banderiza, y que el cambio de costumbres non sanctas por lo arraigada, no es fácil. Aunque las metas tienen su comienzo. La semilla está sembrada en la comarca. Contribuyamos para que el árbol sea un frondoso roble que se vuelva bosque. Y en lo posible con frutales.