Una de las propuestas más controvertidas del recién posesionado Presidente Petro. es la de legalizar las drogas ilícitas en Colombia. Como es bien sabido, la producción y comercialización de estupefacientes está prohibida, salvo para el cannabis que sea de uso medicinal. Sin embargo, el consumo es permitido, desde la sentencia C-221 de 1994 de la Corte Constitucional que reconoció el libre desarrollo de la personalidad.
El argumento para la legalización se fundamenta en que la lucha actual contra el narcotráfico ha sido un fracaso, ya que el comercio ilícito es muy lucrativo y rentable, debido a puede llegar hasta 500 veces su valor original. Es por ello que siempre existirán mafias detrás de este negocio, con las consecuencias visibles para los países productores que deben enfrentar la violencia que se genera.
La propuesta pretende un cambio radical en la concepción del problema y en la manera de enfrentarlo. Se propone que sea el Estado el que asuma la venta y regulación de todas las sustancias psicoactivas, con lo cual los grupos criminales ya no tendrían el manejo del negocio.
Este cambio de estrategia en la lucha contra el narcotráfico tendrá que enfrentar varios obstáculos. El principal es que debe existir un consenso con todos los países, ya que la problemática es mundial, por lo que Colombia no podría tomar sola la decisión de legalizar la droga.
Para ello, se debe modificar lo acordado en los Tratados de Naciones Unidas que conforman el marco legal internacional del régimen de control mundial de las drogas. Estos son: la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, enmendada por el Protocolo de 1972; el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971, y la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988.
Es por ello que se debe abrir la discusión y el debate con miras a cambiar la estrategia actual y modificar la normatividad internacional vigente, que lleve a tratar la problemática, abordándola desde una perspectiva de salud pública y apartándola de la lógica prohibicionista y sancionatoria.