En lo personal está iniciando unos proyectos empresariales en el sector privado, y desarrollando labores de consultoría en temas ambientales y de desarrollo rural con un organismo internacional en Bogotá.
Señala que en el Instituto laboraron muchos profesionales y técnicos de todas las regiones de Colombia. “Aproximadamente 250 profesionales, siendo un porcentaje importante de ellos jóvenes huilenses que residen y estudian en Bogotá”, señaló.
¿En resumen, cuál es su balance de gestión para el Huila?
En nuestro departamento logramos una inversión aproximada de $126 mil millones, que representan casi el 15% del total del presupuesto invertido por el Instituto. Beneficiamos aproximadamente 5.000 familias, en proyectos de distritos de riego como Asoguayabal en Suaza; Asojuncal en Palermo; Paicol-Tesalia y estudios y diseños para 11 distritos de riego.
¿En proyectos productivos?
Llegamos a Acevedo, Pitalito, Palestina, Isnos, Guadalupe, Garzón, La Plata, Nátaga, Paicol, Santa María y Colombia. También beneficiamos en adquisición directa de tierras a campesinos de El Agrado. Son las inversiones más altas en el Huila durante la existencia del Incoder.
¿Y en general, en el país, cómo le fue?
En lo nacional llegamos a 80 mil familias beneficiadas de todos los departamentos de Colombia. Las ejecuciones presupuestales y financieras llegaron a niveles de excelencia por encima del 95 por ciento.
¿Si el Instituto es bueno, funcionaba y usted cumplía buena labor, por qué lo acabaron?
Los estudios de la Misión Rural establecieron una serie de recomendaciones de política pública. Una de ellas fueron las reformas institucionales, en donde sustenta la necesidad de la creación de una entidad especializada en materia de tierras y otra para el desarrollo rural. Estas propuestas fueron acogidas por el presidente Santos. Con las nuevas entidades se espera llegar de manera más efectiva, coordinada y articulada los programas y proyectos rurales y agropecuarios.
¿Por qué no aceptó liquidar el Instituto?
Porque nuestro papel en la gerencia fue justamente la reorientación y el fortalecimiento del Instituto en las regiones del país, y además fuimos sinceros al explicar que no somos expertos en materia de liquidaciones.
Las nuevas agencias
¿La creación de dos nuevas agencias, justifican la liquidación?
El Gobierno realizó los estudios técnicos que lo sustentan. La Agencia Nacional de Tierras se dedicará exclusivamente a este tema. Recogerá programas que estaban en otras entidades y funcionará como la máxima autoridad en esta materia. La Agencia de Desarrollo Rural ejecutará los programas de riego y adecuación de tierras, proyectos productivos, asistencia técnica e infraestructura productiva y comercialización. Esta también coordinará y articulará los programas en territorio y realizará un fortalecimiento para que desde las regiones existan las capacidades para acceder a los recursos y para que sean directamente los ejecutores.
En la dirección han sido nombrados personas que no son técnicas, sin experiencia en el campo y el sector. ¿Es una contradicción frente a los perfiles técnicos que se necesitan?
Somos respetuosos de las decisiones del presidente Santos. Muy importante para el Huila que dos profesionales reconocidos estén al frente de dos entidades importantes como el Banco Agrario (Luis Enrique Dussán) y la Agencia de Desarrollo Rural (Carlos Eduardo Géchem). Ellos tienen una buena oportunidad de trabajar por nuestro departamento.
¿Qué va a pasar con la solicitud de tierras?
Los programas, proyectos y solicitudes en este campo van a ser retomados y atendidos por la Agencia Nacional de Tierras. Pronto iniciará labores y entonces seguramente en el segundo semestre reiniciará y se continuará con la ejecución de las inversiones en los territorios.
¿Con qué demora habrá respuestas?
Van a ser resueltas por la nueva entidad una vez inicien formalmente las actividades.
¿Qué va a pasar con los proyectos de riego?
Algunos están en ejecución todavía y los otros serán retomados o iniciados por la Agencia de Desarrollo Rural.
¿En qué va y qué va a pasar con el distrito de riego Tesalia-Paicol?
Este proyecto se encuentra en ejecución, el contrato está vigente. El avance está en el 60% de la fase final.
¿Cuánto terminará costando esa obra y cuándo se entregará?
Es importante informar que nuestra administración terminó y liquidó unilateralmente el primer contrato y emprendió las acciones legales para la recuperación de $46 mil millones. En la fase final la inversión es de $85 mil millones. Toda la obra deberá estar concluida a finales de este año 2016 o a más tardar inicios del 2017.
Futuro y política
Hablemos de su futuro. ¿A qué se dedicará?
Hoy estoy dedicado a los temas privados y ejerciendo labores de consultoría. También a recuperar tiempo y espacio para mis hijos Leonardo y Jessica, mi esposa Esperanza y mi familia, mi madre y hermanos.
¿Es cierto que le costó la designación en una de las agencias creadas o la posibilidad de ingresar a un cargo nacional haber tenido trabajando en el Incoder a Édgar Cabrera Flórez, alias ‘Paicoleño’, involucrado en un proceso penal?
Nosotros tenemos un agradecimiento especial con el presidente Santos y el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, por la designación y el apoyo. Luego de la salida no tuvimos un nuevo ofrecimiento formal y oficial por parte del Gobierno. En relación con el tema tenemos nuestra conciencia tranquila porque ese asunto es aislado y no tiene nada que ver con la gestión que desarrollamos durante los pasados dos años en el Incoder.
Como ya no es funcionario público, puede hablar de política. ¿Tiene alguna aspiración personal?
Siempre hemos estado vinculados al servicio público. Son 20 años de muchas satisfacciones, donde hemos conocido muchas personas y muchos amigos en el Huila y en otras regiones. De tal manera que ese tema siempre ha estado pendiente.
Hay quienes lo están tentando con una aspiración a la gobernación. ¿Le suena? Considero que es prematura una decisión de este tipo, el Gobernador apenas inicia su gestión. Además, soy del criterio que las aspiraciones no se imponen. Debemos seguir trabajando con toda la intensidad por el Huila y seguramente nuestros amigos y conocidos en su momento, en cada uno de los municipios, determinarán si hay oportunidad y viabilidad para semejante reto, que sería una Gobernación.
¿Dónde se sentiría más cómodo, en la burocracia, laborando o en un cargo de elección popular?
A pesar de que hoy estamos en el sector privado, me gusta el servicio público, ya sea en los cargos ejecutivos o en los de elección.