La Nación
A juicio banda de jaladores de motos 1 3 mayo, 2024
JUDICIAL

A juicio banda de jaladores de motos

A juicio banda de jaladores de motos 7 3 mayo, 2024
La banda de jaladores se encuentra desde el año pasado tras las rejas.
Los 17 presuntos integrantes de una banda de jaladores de motos recibieron ayer la acusación formal de concierto para delinquir con fines extorsivos. La Fiscalía determinó que se trata de una ‘empresa criminal’ con funciones específicas para cada miembro.

Los 17 presuntos integrantes de una banda dedicada al hurto de motocicletas en Neiva, para luego exigir dinero a sus dueños a cambio de devolverles el vehículo, fueron acusados ayer por la Fiscalía del delito de concierto para delinquir con fines extorsivos.

En audiencia de acusación presidida por el Juez Tercero Penal Especializado de Neiva, comparecieron Maikol Perdomo Sotelo, Lin Eduardo Perdomo Núñez, alias ‘Elí’; Ana Rosa Coqueco Almario, Arley Reyes Reyes, alias ‘La Marrana’; John Marino Guzmán Salcedo, alias ‘Calvo’; Jeisson Fabián Quesada, alias ‘Chepelín’; Pedro Edison Moreno Reyes, alias ‘Chita’; Jacinto García Ramírez, alias ‘Chacho’; José Miguel Victoria Tovar, alias ‘Joselito’; Edward Leonardo Ramírez Vargas, alias ‘Guajiro’; Diego Alexander Diáfara Portes, alias ‘Chulo’; Pedro Andrés Sánchez Villarraga, alias ‘Pato’; Tony Casalinas Castro, alias ‘Tony’; Juan Diego Espinoza Silva, Héctor Casalinas Castro, Óscar Perdomo Ramírez y Severiano Zamora.

Un operativo que se desarrolló desde enero de 2012 con base en la información aportada por un exintegrante de la banda, terminó el miércoles 19 de diciembre del mismo año, con la captura de estas 17 personas, quienes desde entonces se encuentran recluidas en centro carcelario.

Bases de la acusación

La acusación de la Fiscalía estuvo basada en que el 20 de enero del 2012, el Gaula de la Policía fue informado sobre un complot dedicado al hurto de motocicletas, que posteriormente ubicaban a las víctimas y les exigían dinero a cambio del rescate.

Según el texto del ente acusador, Maikol rondaba en el barrio Altico de Neiva junto con otros dos hombres, que están en la cárcel por motos robadas halladas en una vivienda cerca al aeropuerto de Neiva. Contra algunos miembros de la banda cursan procesos por infracciones colaterales a esta actividad ilícita, pero en este caso se le imputó al presunto grupo delictivo el delito de concierto para delinquir, puesto que se trataría de una “empresa criminal” con funciones específicas para cada miembro.

Es así que tras la investigación de las autoridades, se identifica a Maikol como jefe de la banda; ‘Chacho’, coordinaba las extorsiones; ‘Joselito’, encargado del hurto de motos en Cándido y Santa Inés y ‘Guajiro’, intermediario con las víctimas”, indicó el ente acusador.

Jalador se convirtió en informante

El jalador, que se volvió informante de las autoridades, entregó los alias del líder de la banda y tres de sus más cercanos cómplices, además de números de teléfonos celulares desde donde se coordinaban los hurtos y extorsiones.

Los esposos Perdomo Núñez y Coqueco Almario eran los encargados de ocultar las motocicletas en los barrios Cándido y Santa Inés, al norte de Neiva.

“Contactaban a las víctimas y coordinaban el cobro de las extorsiones. El hombre registra antecedentes por el delito de hurto agravado y amenazas, y la mujer por el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes”, manifestó el delegado del ente acusador.

Agregó que Reyes Reyes, Quesada, Portes y Ramírez Vargas, tenían la tarea de hurtar las motocicletas, además de efectuar las extorsiones. “Alias ‘La Marrana’ coordinaba la venta y comercialización de las motos. Registra dos procesos judiciales por el delito de extorsión”.

Coordinaban las extorsiones

La investigación permitió a los efectivos dejar al descubierto que Guzmán Salcedo y García Ramírez eran los encargados de ubicar y hurtar las motocicletas, además de recibir a las víctimas y coordinar las extorsiones en el barrio Panorama, al suroriente de la ciudad.

En las pesquisas se descubrió que Moreno Reyes, además de recibir a las víctimas, coordinaba las extorsiones en ese sector del sur de la ciudad; García Ramírez, encargado de las extorsiones en el barrio Panorama y Espinosa de las exigencias económicas en los barrios Los Alpes, Los Parques, San Carlos,
Alfonso López y Guillermo Liévano, del suroriente de Neiva.

Mientras que Casalinas Castro compraba las motocicletas hurtadas para comercializar las autopartes, ordenaba la obtención de documentos falsos para las mismas y enviándolas para la venta en los municipios y zonas rurales del Huila.