El saliente párroco de Paicol Rómulo Tamayo Vargas enfrentó a puños a un asaltante evitando que le robaran las reliquias sagradas. El ladrón, de unos 50 años, fue sorprendido en la alcoba del sacerdote, cuando intentaba apoderarse de un cáliz, una custodia y un copón, utilizados para oficiar la misa. El sujeto ingresó a la habitación, con la complicidad de una mujer y un joven encargado de alertarlos. La mujer con artimañas, distraía al sacerdote quien se preparaba para entregar a su sucesor la parroquia Santa Rosa de Lima.
El caso ocurrió el sábado hacia las 10:30 a.m. pero sólo la reveló ayer a LA NACIÓN.
“Estaba en el despacho parroquial cuando una mujer llegó a preguntar por misas. La actuación de la mujer despertó sospechas”, explicó . “Yo veía que simplemente era como por pasar el tiempo y a mí me entró como preocupación, porque ella no se decidía por mandar a celebrar la eucaristía”, narró el religioso.
El párroco recordó que la mujer que tenía al frente, ya había estado hace algunos años en la Casa Cural, y en esa oportunidad al parecer en compañía de otro hombre se habrían llevado algunas cosas.
“Me acordé de esa situación y me salí inmediatamente del despacho”, recordó. En ese momento la mujer, quien actuaba como ‘campanera’ llamó por su celular y alertó al ladrón, quien fue sorprendido en la habitación empacando las reliquias sagradas.
Al verse sorprendido, el ladrón salió corriendo, pero el religioso, lo detuvo en medio de un fuerte forcejeo.
“Eso fue una situación difícil; él me tiraba puntapiés, me tiraba puños y yo ahí, firme respondiéndole, a no dejarlo ir al fin y al cabo pasaron unos tres minutos y salimos ya al lado de la calle y allí ya se me soltó y salió corriendo,”, aseveró el clérigo. “Del forcejeo- agregó- me quedaron algunas contusiones y hematomas. Por fortuna no le vi armas”.
Las reliquias religiosas las guardaba en su habitación luego de un intento de robo, ocurrido años atrás. “En esa época los ladrones ingresaron a la sacristía y se llevaron unos elementos sagrados. Y como ya había entregado la parroquia al nuevo sacerdote, no quería que pasará nada en estos días”, afirmó.
Captura comunitaria
Según narró el sacerdote, además de la mujer que tenía una edad promedio de 47 años y el hombre un poco mayor que ella, estaban acompañados de un joven de aproximadamente 20 años, quien se ubicó en la puerta de la Casa Cural para advertir sobre la presencia de alguien externo.
Los gritos de una mujer que colabora con los servicios generales en la parroquia, al ver el forcejeo que tenía el Sacerdote y el delincuente, alertaron de la situación.
La mujer que protagonizó el asaltó después de permanecer oculta en el altar del templo fue descubierta por uno acólitos con quienes se enfrentó a puntapié, luego escapó y a dos cuadras del templo fue atrapada por la comunidad, que la entregó a las autoridades de Policía. El hombre que la acompañaba y el joven ‘campanero’ huyeron del lugar, sin robarse nada.
La última misa
El sacerdote Rómulo Tamayo Vargas se desempeñó como párroco durante varios años en el templo Santa Rosa de Lima de Paicol y se preparaba para dejar el lugar. El martes pasado le había entregado la parroquia al nuevo sacerdote. Solo esperaba la eucaristía de acción de gracias que ofició ayer domingo y con la que se despidió de la feligresía, satisfecho de haber impedido a puño limpio, el robo sacrílego.