La Nación
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A votar

Hoy concluye la campaña a elecciones regionales que son las más importantes para el ciudadano de “a pie”, donde se elige gobernador, alcaldes, diputados, concejales y ediles,  renovándose los representantes populares en las estructuras democráticas regional y local, funcionarios que están cerca de la gente con competencias de autoridad para resolver situaciones comarcanas; de ahí se prevé un masivo número de electores, para lo cual este deber ciudadano hay que surtirlo con el mayor rigor y responsabilidad, de verdad eligiendo candidatos buenos y confiables.

Con la responsabilidad y seriedad que Neiva y el Huila me conocen acudiré hoy gustoso a las urnas a depositar el voto por Gorky Muñoz a la Alcaldía de Neiva, porque es un hombre de méritos, quien ha escalado la escalera del esfuerzo y la superación con perseverancia y convicciones, logrando un liderazgo de ciudad, sin heredar nada a diferencia de otros quienes heredaron nombre y reconocimiento de sus ancestros. Y para la gobernación por Carlos Ramiro Chávarro, dirigente limpio, eso debe contar, nunca en su recorrido público ha tenido un señalamiento o enredos judiciales, y se trata de una joven figura que inspira renovación en las responsabilidades departamentales, a diferencia de otros con muchos cuestionamientos y líos.

Hay que convertir este día electoral en sueños, de mucha fe y con optimismo pensar que mejores tiempos están por llegar, en una región con todos los climas, hermosos paisajes, potencial turístico de norte a sur, petróleo, minería, primeros reglones en subsectores agrícolas como el café, fruticultura, arroz y habitada por gente de bien. Ojalá, Dios permita que quienes salgan elegidos sean los mejores y podamos hacer causa común por esta tierra de promisión. Que éstas elecciones también sirvan como cuota inicial de las próximas que tendrán que ser para la refrendación de los acuerdos de La Habana entrando Colombia en el camino de la paz y reconciliación, donde la vida sea sagrada y haya un entorno favorable para desarrollar nuestro potencial económico, soñando que en un mediano plazo podamos hacer parte de los países desarrollados, donde se le rinde tributo al respeto por los demás, la felicidad de la comunidad, la productividad y la competitividad.