Por: Humberto Silva Cuellar
La reunión del grupo de países más poderosos del mundo, denominado G-7, reunido en Londres, integrado por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, llegaron a un acuerdo crucial e histórico, en el sentido de unificar un impuesto del 15% como mínimo, para las multinacionales, en los países donde operan, teniendo gran acogida en dichas potencias y beneficiaria a todos los países con una tributación más equitativa y justa, impulsada por el gobierno norteamericano de Joe Baiden.
Hay algunas reacciones de expertos en tono al tema. Para Ximena Duque, – tomado de Portafolio- presidente de Fedesoft, “la decisión es importante y positiva para igualar la cancha en los tributos que las empresas multinacionales, en especial de tecnología, pagan en los países a los que llegan” agrega el análisis, que Colombia por ser miembro de la OCDE, se crea un precedente importante para que también las aplique, generando un mejor aporte de la inversión extranjera directa.
Esta medida apunta de manera primaria a grandes empresas tecnológicas, que pagan impuestos muy bajos y que tienen su domicilio en países donde la tasa de impuesto de sociedades es muy baja.
Según la, secretaria del tesoro estadounidense, Yanet Yellen calificó el acuerdo, como un “compromiso sin precedentes”, que según ella “acabará con la espiral descendente de la fiscalidad de las empresas, y aportará justicia a la clase media y a los trabajadores en Estados Unidos y en todo el mundo”, frenando la evasión tributaria, especialmente en paraísos fiscales, que serían los menos beneficiados.
Es un buen comienzo del gobierno de Baiden, pues pretenden socializarlo ahora con el G-20 grupo de países cuyas economías están en las primeras 20, que incluye dos gigantes latinoamericanos como México y Brasil y posteriormente llegar a un acuerdo, con un mínimo de 140 países
Ahora la palabra la tiene el Gobierno Colombiano, si acoge o no dicha propuesta, que mejoraría mucho las débiles finanzas estatales y que siempre ha beneficiado a las grandes corporaciones. Por ser miembros de la OCDE, tendría casi que la obligación de asumirlo, pero esperemos que dicen los padres de la patria, que manejan esta finca llamada Colombia. Amanecerá y veremos.